Obras en La Trinidad

Es un clásico. Aprovechando que las vacaciones de verano reducen el número de visitantes a las iglesias y, por ende, la rutina de la mayoría de hermandades va perdiendo intensidad hasta, prácticamente, paralizarse, no son pocas las que deciden realizar obras en sus respectivas sedes canónicas. Es el caso de La Trinidad, que ha cerrado al culto su capilla en a basílica de María Auxiliadora, para reformar la techumbre, incluso la de la sacristía, y el camarín de la Virgen de la Esperanza. Por este motivo, todos los titulares de la corporación del Sábado Santo fueron trasladados de manera privada el pasado lunes a la capilla del Sagrado Corazón, junto a la sacramental.

Se trata de las consecuencias de unos trabajos que sanearán las zonas afectadas de desperfectos causados por las humedades, ya que se han producido algunas filtraciones que no han podido ser tratadas hasta ahora por estar ubicadas en zonas de difícil acceso. Por este motivo, la cofradía ha decidido iniciar las actuaciones ahora, esperando que, de no surgir ningún tipo de complicación, todo vuelva a estar terminado para el mes de septiembre, cuando se reinicien los cultos.

Entonces, las cosas volverán a la normalidad, probablemente sin que muchos hubiesen notado que esta se hubiese perdido en algún momento. Son las cosas que tiene el verano, en el que todo cambia su ritmo y las cosas pasan mucho más desapercibidas, incluso en un mundo lleno de 'jartibles' como el de las cofradías. Por eso, escogen esta estación como la ideal para llevar a cabo obras y reformas. Tanto es así, que seguro que La Trinidad no es la única que lo hace en los próximos meses. Sólo queda esperar para saber cuál puede ser la siguiente.

Un anuncio de que ya queda menos

El día de hoy suena a cornetas y tambores. No en vano, los primeros minutos de la jornada han tenido esos sones desde la mismísima Giralda, donde la banda del Sol, como no podía ser de otra manera, no ha faltado a su puntual cita de cada 29 de junio, volviendo a interpretar las Lágrimas de San Pedro. Así, los primeros compases del penúltimo día de la sexta hoja del calendario de este 2011 han venido teñidas de plumas y uniformes azules, con la banda sonora de una pieza clásica que desde la torre hispalense más insigne ha bendecido los cuatro costados de la ciudad.

Y no sólo una vez por cada uno, sino tres, mirando hacia el Aljarafe, el Alcázar, la plaza de San Francisco y la de la Virgen de los Reyes, para que nadie se quede sin esa nana que nos lleva a la cama en esta noche de verano y que volverá a darnos los buenos días en doble sesión: a las 9.30 y a las 12.00 horas para recordar que celebramos la onomástica del primer Papa de la historia, ése discípulo que se convirtió en la piedra angular sobre la que se asentó una iglesia que en la capital de Andalucía sólo somos capaces de entender de la mano de las cofradías.

Por eso hoy, aún sin pasos de por medio, todos tendremos una sonrisilla especial e, incluso, habrá quienes se escapen a la Catedral para ver la guardia que montan los lanceros de la banda del Plantinar. Porque Sevilla es así, capaz de hacer que San Pedro venga a llorar a ella cada mes de junio, confirmando que una vez más el verano ha llegado, utilizando como bando para ello, curiosamente, a la primera banda que acompaña a un paso en la Carrera Oficial cada año. Y pensar que en apenas nueve meses ya tendremos nazarenos por las calles...

Reajustes más que necesarios

Ya hemos cerrado el ciclo del Corpus en Sevilla, que como siempre ha tenido su punto más álgido en la procesión de la Catedral, que el pasado jueves nos dejó a muchos la misma reflexión de los últimos años: urge reformar su cortejo para evitar que resulte tan insufrible verla de principio a fin. Y es que dos horas y media de tiempo de paso resulta a todas luces excesivo, sobre todo cuando los primeros cinco pasos salen con demasiada distancia entre ellos, mientras que los cuatro últimos van prácticamente pegados, algo que con tantísimas representaciones se podría corregir más que de sobra.

Incluso, ese mismo aspecto, el de la presencia de las diferentes corporaciones, órdenes y estamentos hispalenses en el desfile es digno de debate. Porque con miles de personas saliendo es imposible rebajar ese tiempo de espera. Si acaso, poder paliarlo con una mejor y más equitativa distribución de los pasos. Pero, ¿no sería más lógico que sólo fueran los estandartes de cada corporación y se eliminasen los tramos de cirios o, en su defecto, se limitarán a su mínima expresión? No cabe duda de que si se hiciese esto la procesión ganaría en dinamismo e, incluso, en popularidad, ya que muchos que no van a verla por su lentitud daría el paso adelante y se acercarían a disfrutar de ella.

Del mismo modo, y pese a que con Asenjo en el cargo parezca poco menos que utópico, ¿no estaría bien rescatar la presencia de una Virgen de Gloria en el cortejo cada año? Sería un reclamo más y, por qué no decirlo, recuperaría la vinculación de este tipo de corporaciones con el Corpus, ya que hace tiempo que se perdió la costumbre de que una titular letífica fuese trasladada al centro para presidir un altar durante esa jornada. Y es que aquí en Sevilla entendemos las cosas a través de imágenes, y dado que las pasionistas, en principio, no tendrían cabida en esta procesión, ¿por qué no aprovechar la vía mariana? ¿acaso la ciudad no ostenta ese título?

Seguro que habrá mil ideas más, incluso mejores que estas, que quizás sean las más repetidas en el camino de vuelta a casa cada 'tercer jueves del año'. Por ello, sería más que necesario que tanto el Cabildo Catedralicio como el Consejo tomasen cartas en el asunto y pusiesen de su parte para realizar estos y otros reajustes que revitalizaran una procesión que, si bien es cierto que sigue muy viva, no goza de tan buena salud como antaño. No en vano, sólo hace falta acercarse a verla de principio a fin para comprobarlo, si es que el aburrimiento no nos termina tumbando.

A la espera de ser ubicado

Sevilla ya tiene un nuevo monumento. Hace unos días se presentaba oficialmente la estatua que Juan Manuel Miñarro ha labrado en bronce para honrar la memoria del Papa Juan Pablo II, que en 1982, con motivo de la beatificación de Santa Ángela de la Cruz, se convirtió en el primer sumo pontífice que visitó tierras hispalenses. De hecho, se trata de un trabajo que se inició a los pocos meses de su fallecimiento, en 2005, y que ya se encuentra presta y dispuesta para que el Ayuntamiento decida, a la mayor brevedad posible, dónde ubicarla.

Y precisamente ahí es donde radica el principal problema con el que se está encontrando la obra, puesto que sus promotores la encargaron con la idea de que fuese colocada junto al magnolio de la Catedral, aunque el anterior Ejecutivo Municipal mostró sus reticencias a ello, lo que provocó que se le buscasen nuevos destinos como, por ejemplo, junto a la basílica de La Macarena. No obstante, la llegada de Zoido a la Plaza Nueva parece haber solucionado un poco la situación, hasta el punto de que, al menos de momento, el monumento irá a su emplazamiento original, pese a que todavía no se ha confirmado que se trate de su ubicación definitiva.

De momento, lo único que se sabe es que, según el nuevo alcalde, "estará en un lugar que se merece", por lo que habrá que esperar para saber cuál es, pese a que la lógica apunta a que debería ser junto a la Seo. De ser así, junto a ella veríamos a partir de ahora al 'Papa Viajero', con su eterno gesto amable y una mano alzada que parece bendecir tanto como da ánimos. Falta nos hace que lo haga, sobre todo con la que está cayendo. Por ello, no estaría de más encontrarle pronto su sitio para que nos eche una manita desde ahí arriba.

Mañana de barrios

Llegamos al último domingo del Junio Eucarístico y Sevilla despedirá el ciclo por todo lo alto, con los barrios como protagonistas, con hasta siete procesiones eucarísticas. Algunas, tan señeras como el Corpus Chico de Triana, el de la Magdalena o San Isidoro, sin los que prácticamente no se entendería este mes ni la resaca de ese último jueves del año "que reluce más que el sol". Por ello, estos tres puntos de la ciudad amanecerán entre altares y romero, a la espera de un Santísimo que no sólo verá en las aceras a sus vecinos, sino a todos aquellos que madrugarán para disfrutar del ambiente de cofradías desde bien temprano.

Lo mismo ocurrirá en San Vicente, donde la Sagrada Forma volverá a pasear sobre un altar de plata tras años sin hacerlo, con motivo del V Centenario de la corporación de Las Siete Palabras (recuérdalo aquí). Mientras, y quizás de manera más íntima, pero con igual importancia, también será día de Custodias en la parroquia de Santa María de las Flores, San Bartolómé y San José Obrero, zonas en las que la bulla no será tan acusada como en otras, pero en las que podremos saborear ese sabor tan característico y genuino de las procesiones sacramentales.

Y cuando entre la última de ellas, será el momento de pasar página y mirar hacia julio, hacia ese nuevo ciclo de las Glorias en el que la Virgen del Carmen será la principal protagonista. Pero hasta que eso ocurra, el centro de atención seguirá siendo el Corpus y los barrios, con mil y una maneras distintas de reinterpretarlo y vivirlo, de demostrar que esta tradición sigue más viva que nunca y que sólo hace falta que el calendario llegue a su sexta hoja para verlo claro por las calles. Hoy tienen la oportunidad de hacerlo; que no la desaproveche nadie.

¿Y ahora qué, Asenjo?

El Vía Crucis más polémico de los últimos tiempos, el que tendrá lugar el próximo mes de agosto en Madrid con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud, sigue dando qué hablar. Incluso cuando parecía que con la presencia de la Virgen de Regla de Los Panaderos en el acto ya estaba todo resuelto (recuérdalo aquí). Pero la cosa se ha complicado sobremanera en los últimos tiempos, hasta el punto de que la presencia de la Reina de la calle Orfila en la capital de España corre un serio peligro, ya que de los 60.000 euros que necesita la corporación para ello, todavía quedan por recaudar 15.000, es decir, un 25 por ciento del total.

Y lo cierto es que la cosa no tiene muchos visos de solucionarse, puesto que ninguna de las ayudas externas con las que esperaba contar la cofradía parece estar dispuesta a desembolsar esa cantidad, por lo que la hermandad piensa pedírsela al Consejo, que, de momento, ha optado por guardar silencio. Curiosamente, ha hecho lo mismo el Arzobispado, principal artífice de este proyecto y que no dudó en acusar a la Esperanza de Triana de "falta de eclesialidad" cuando se negó a ir a la capital de España (míralo aquí). ¿No sería el momento más adecuado para predicar desde Palacio con el ejemplo y echar una mano?

Pero claro, como desde el principio se dejó a Los Panaderos que se buscara la vida, a pesar de que fuese la curia y no la propia corporación la mayor beneficiada de todo, ¿para qué cambiar ahora? Por eso, que sean en San Gregorio donde tengan que arrimar el hombro para solucionar el entuerto, incluso a costa de que esto pueda ir en contra de los intereses de otras hermandades. Perfecto, en la línea de la lamentable gestión que se ha venido haciendo de este tema, producto de la cabezonería de Asenjo, las influencias de Soria y la cadena de favores existente entre Palacio y la calle Orfila. Porque de nada ha servido que la pésima situación económica hiciese prever que pudiese ocurrir que no se pudiesen lograr los fondos necesarios, había que ir sí o sí, costase lo que costase.

Y al final, si desde el Consejo no se pone algo de cordura, se irá, pero gracias a la cartera de otro estamento, porque claro, hay que actuar "con austeridad, pensando en los que nada tienen". Así, qué mejor que esperar a que pongan el granito de arena que falta para gastar diez millones de las antiguas pesetas para acudir al 'pasódromo' madrileño, ése que se supone que se va a hacer ante la visita de un Papa que, incluso, podría llegar a la capital al día siguiente. Y mientras, casi cinco millones de parados y miles de hogares viviendo con lo justo.

Pero claro, eso no es falta de eclesialidad, sino actuar como un buen cristiano. Total y absolutamente lamentable, como todo lo que ha venido sucediendo en relación a este tema desde el principio. Aquí sólo importa el fin y dan igual los medios. Con que se pueda hacer feliz a Rouco Varela y quede bien delante de la curia vaticana es suficiente. Da igual que se haga el ridículo y se nade a contracorriente, poniendo en bandeja las críticas a aquellos que sólo ven ostentación en las cofradías. El tiempo se ha encargado de dar y quitar razones, resultando a todas luces negativo el balance que se ha cosechado en la plaza Virgen de los Reyes. Queda claro que la iglesia prefiere seguir jugando en un momento en el que las cosas están de lo más serio. Hemos perdido completamente el rumbo ¿Y ahora qué, Asenjo?

Un cambio 'non nato'

Si ustedes tienen la costumbre de coleccionar los programas de mano con los itinerarios y horarios de las cofradías de Sevilla, por favor, no tiren el de este 2011. No sólo porque ha tenido tan poco uso que podría ser incluso reutilizado, sino porque, además, entre sus páginas incluye una configuración del Jueves Santo que no va a volver a repetirse. Al menos, no en 2012, porque la permuta que habían pactado La Exaltación y Montesión (recuérdalo aquí) se ha quedado sin la posibilidad de hacerse realidad. Primero, por la lluvia y después porque así lo han decidido los hermanos de la corporación de la calle Feria.

Lo hicieron en la noche del pasado martes, durante un cabildo que resultó tremendamente tenso y que se saldó con una abrumadora mayoría que apoyó el regreso de la cofradía al cuarto lugar en el orden de paso de la jornada, permitiendo por tanto que la de Santa Catalina vuelva a ser la segunda, tras Los Negritos. De este modo, y apenas unos meses después de haberse acordado esta iniciativa 'ad experimentum', esta muere sin haber visto la luz y mostrarnos cómo podría haber ayudado a descongestionar un día condicionado tanto al inicio, por los Oficios en la Catedral, como al final, por la cercanía de la Madrugá.

En este sentido, parece que en Montesión ha pesado muchísimo más el apego a la tradición, a ese intangible que resulta tan importante para sus hermanos como el sitio que ocupa, que para muchos es una seña de identidad más. No obstante, no habría estado de más dar una oportunidad a la idea, aunque sólo fuera por probar. Total, el programa de mano ya lo teníamos preparado incluso para ello. Pero no podrá ser, y habrá que volver al de siempre, ojalá con la posibilidad de poder ver a ambas en la calle y con el sol viéndolo todo desde su palco en el cielo.

Corpus Christi

Pocos días tienen tantísima importancia y se viven con tantísima intensidad en Sevilla como el de hoy. Porque llegamos al "tercer jueves del año que reluce más que el Sol", con más ganas que nunca, porque la lluvia nos dejó sin el primero (el Jueves Santo) y el segundo (el día de la Ascensión) volvió a pasar delante de nuestros ojos como casi siempre, sin pena ni gloria. Así, con un programa de lo más cargadito, en el que casi nos faltarán horas para disfrutarlo todo, la ciudad vuelve a reencontrarse con uno de sus días más grandes, en el que el centro vuelve a ser el epicentro de las emociones cofrades y en el que prácticamente no nos faltará de nada.

De ello se encargará la procesión del Corpus, que se pondrá en la calle entre el sonido añejo de las campanas de los niños carráncanos y con los primeros rayos de un astro rey que ya estará en su particular palco para no perderse detalle. A partir de ahí, desfilarán los principales santos de la ciudad: Santa Justa y Rufina, San Leandro, San Isidoro, Santa Ángela de la Cruz y San Fernando, que precederán a la Madre de Dios, encarnada en la Inmaculada; el propio Niño Jesús que salió de la gubia de Martínez Montañés y las dos Custodias, la pequeña y la de Arfe, única capaz de desafiar los cánones sevillanos y andar sobre ruedas y no al paso que marquen costaleros. Entre medias, representaciones de todas las hermandades de la ciudad, que darán sentido a esa afirmación que reza que ésta es la cofradía de todas las cofradías.

Y cuando el kilométrico cortejo catedralicio vuelva a casa, los aires de Domingo de Ramos desafiarán al recién estrenado verano, con el misterio de La Cena emprendiendo el camino de vuelta a una iglesia de Los Terceros que abandonó a última hora de la madrugada para llegar a un Palacio Arzobispal donde no le han dejado estar más tiempo que el estrictamente necesario. Algo más, y hasta que la luna comience a insinuar su presencia, estará en el Ayuntamiento la Hiniesta Gloriosa, cuyo regreso a San Julián pondrá el broche de oro a una jornada para recordar, que comenzó en la tarde anterior y que, incluso, tendrá su epílogo el próximo domingo en los barrios. Porque así vive Sevilla su Corpus Christi, uno de esos días que vienen marcados a rojo fuego en su calendario.

Vigilia hispalense

El hecho de que este año nos hayamos quedado sin nuestra noche mágica, la Madrugá, ha creado en nosotros la necesidad de vivir algo parecido cuanto antes. Ya pudimos hacerlo el pasado Domingo de Resurrección, junto a la hermandad que da nombre a la jornada y que fue, con la meteorología como cómplice, la encargada de echar como siempre el cierre a la Semana Santa. Pero, pese a ello, a la ciudad le sigue faltando algo, un día en el que la vida se viva a otro ritmo, comenzando por la tarde, siguiendo a la luz de la luna y con pasos por las calles hasta última hora de la noche siguiente. Y precisamente eso vamos a poder vivirlo hoy.

Porque la víspera del Corpus responde precisamente a ese patrón, iniciándose cuando el sol empiece a esconderse por el Aljarafe, con traslados como el de la Hiniesta Gloriosa al Ayuntamiento o el de la Virgen de la Salud y Esperanza desde San Martín, no desde las Hermanas de la Cruz como inicialmente se tenía previsto, a la calle Álvarez Quintero (recuérdalo aquí), así como con los preparativos de los numerosos altares que rendirán pleitesía al Santísimo y convertirán al centro en la mejor de las catedrales. Así, con labores que se extenderán hasta bien entrada la madrugada, cuando el suelo huela a romero recién esparcido y un repiquetear de sillas nos anuncie que la procesión del Corpus está a punto de iniciarse, viviremos nuestra habitual vigilia de Junio.

Porque hoy, como debió hacerlo hace poco más de dos meses, el día y la noche en clave cofrade se darán la mano una y otra vez, con unas vísperas que irán quitando el envoltorio a ese regalo que nos tiene reservado el calendario, en el que Sevilla vuelve a vestir sus mejores galas para vivir una de sus tradiciones más arraigadas. Después, todo irá volviendo la normalidad haciendo lo mismo pero a la inversa, con regresos de pasos y desmontajes. Pero para eso quedan todavía más de 24 horas y mucho que ver y, sobre todo, saborear.

El último milagro del Gran Poder

Parece mentira cómo pasa el tiempo. Y no sólo porque hoy vayamos a estrenar una nueva estación que lleva semanas haciéndose presente entre nosotros, el verano, sino porque ayer se cumplió un año de una fecha en la que el corazón se le paró a la ciudad en San Lorenzo. Allí, un demente atacó al Señor del Gran Poder tras finalizar la misa de las 20:30 horas, arrancándole de cuajo un brazo y sembrando el miedo en el cuerpo a Sevilla entera, que veía cómo uno de sus tesoros más preciados, el Hijo de Dios que Juan de Mesa supo sacar a la luz de un divino tronco de madera (recuérdalo aquí).

Hoy, cuando han transcurrido 366 días desde aquella noche que vivimos con el alma encogida y entre el temor a que apareciesen en escena viejos fantasmas, la normalidad vuelve a ser la nota dominante. Cierto es que la corporación elevó la altura de la mampara de cristal blindado que salvaguarda al Señor para impedir nuevos actos vandálicos y que, a partir de entonces otras hermandades siguieron el mismo ejemplo. Pero, salvo algún que otro conato de actos vandálicos que afortunadamente sólo se quedaron en una simple anécdota, nada parecido ha vuelto a suceder. En este sentido, puede que la petición de 11 meses de cárcel y una multa de más de 4.500 euros para el autor de los hechos por un atentado contra el patrimonio religioso, haya hecho recapacitar a más de un posible imitador, o que, simplemente, no haya tantos locos como se intuía. Sea como sea, ojalá que todo siga igual y situaciones así no se repitan.

Así, recordaremos aquella noche del 20 de junio de 2010 como aquella en la que perdimos la inocencia, en la que dejamos de pensar que nada corría peligro y que los ataques a las iglesias eran cuentos del pasado. Ahora, somos conscientes de que, aunque latente de momento, la amenaza existe y que con lo que había hasta ahora no era suficiente, algo de lo que por suerte se han dado cuenta las cofradías, que han puesto de su parte para evitar que cosas así se produzcan de nuevo. Quizás, ese ha sido el último milagro del Gran Poder, que como hizo ya en aquel año 33 decidió sufrir daño en sus carnes por el bien de los demás, para que, en este caso, el corazón de la ciudad lata a ritmo de ordinario y no al de una taquicardia que padecimos hace un año.

Más cantera

Sevilla contará a partir del mes de septiembre con una nueva banda cantera. Pero no se trata de una cualquiera, sino de una que tendrá el inconfundible sello de Las Cigarreras y que cubrirá el único estilo en la capital hispalense del que no existía una formación juvenil: las bandas de música. Y es que este colectivo, de la mano de su nuevo director, José Manuel Toscano, quiere asegurar su futuro y, de paso, aportar su granito de arena a crear nuevos músicos, razón por la cual pondrá en apenas tres meses en marcha esta medida, a la que podrán apuntarse jóvenes de ocho años en adelante.

En este sentido, la banda les ofrecerá la enseñanza que precisen, contando para ellos con profesionales cualificados y que vigilarán desde cerca y a diario sus avances. Del mismo modo, queda en el aire la posibilidad de poder procesionar en el cortejo de la hermandad el próximo Jueves Santo, algo que dependerá tanto de cómo evolucione la banda en los próximos meses, como de la dirección de la junta de gobierno al respecto, puesto que con la recién llegada ya son cuatro las bandas propias de la corporación de Los Remedios.

Sea como fuere, lo cierto es que este proyecto, aunque habrá que esperar tres meses para verlo funcionar a pleno rendimiento, ya está dando sus primeros pasos. De hecho, ya está abierto el plazo de inscripción, que como cualquier tipo de consulta acerca del mismo se llevará a cabo por vías cibernéticas, concretamente mediante la dirección de mail lamusicacigarrera@yahoo.es. De este modo, comenzamo a vislumbrar una nueva señal más de que en nuestra ciudad sobran ganas de mantener viva la llama de la música cofrade, con propuestas como ésta dedicada a fomentar la cantera. Y es que no sólo hay que conservar lo que ya se tiene, sino trabajar ahora para asegurar que todo siga igual o incluso mejor el día de mañana.


Razones para madrugar

Llegamos al penúltimo domingo de junio y como mandan los cánones en Sevilla tenemos que tirar de despertador para llegar a tiempo a nuestras grandes citas cofrades de la semana. Sí, porque hoy, como también ocurrirá dentro de siete días, tendremos que despertarnos temprano para poder disfrutar 'in situ' de las múltiples procesiones eucarísticas que pasearán al Santísimo por la ciudad, anunciándonos en este caso que el Corpus Christi está ya a la vuelta de la esquina, deseando llegar, y que, como está mandado en la capital hispalense, en los barrios ya no se puede esperar más.

Es lo que ocurrirá en Triana, donde tendremos hasta dos Custodias por las calles. Una de ellas estará en El Tardón, gracias a la hermandad de San Gonzalo, mientras que la otra lo hará en plena Cava, en la  calle Castilla, sirviendo para celebrar por todo lo alto el Primer Centenario de la parroquia de La O. De igual modo, sin abandonar los aires de esta orilla del Guadalquivir que hace años llevaron muchos de sus antiguos vecinos a San Pablo, podremos disfrutar de la procesión eucarística del Polígono. Cerca de allí, y aún con los ecos del Rocío por las calles, El Cerro también verá a la Sagrada Forma, mientras que en el centro serán las feligresías de San Nicolás, San Pedro y San Julián las que tengan ese privilegio.

Y así, entre pasos y Corpus tendremos la ocasión de disfrutar de un programa de lo más completo, pero que no admite la posibilidad de hacerse el remolón más de lo estrictamente necesario entre las sábanas. Ni siquiera por ser domingo. Porque en el Junio Eucarístico de Sevilla hasta eso es difertente. No en vano, reclamos hay más que suficientes como para levantarse temprano y echarse a las calles para disfrutar del evangelio según los barrios. Ya habrá tiempo por la tarde de recuperar con una buena siesta horas de sueño, como tiempo habrá después para volver a esperar que llegue este momento.

El preludio de un día histórico

En pleno Junio Eucarístico, las semanas reservan su gran jornada cofrade para el domingo, cuando Dios Sacramentado paseará por prácticamente todos los barrios de la ciudad. De hecho, hoy viviremos los efectos colaterales de esta dinámica, en la que el único sabor capilleril que encontraremos por las calles estará en Triana y vendrá relacionado con el Corpus. Será concretamente en la calle Castilla, donde la Virgen Gloriosa del Patrocinio abandonará por unas horas la compañía del Cachorro para convivir con su vecina de La O, con la que mañana hará historia.

No en vano, será una de las participantes en un Corpus extraordinario y diferente, el que realizará la corporación del Viernes Santo para conmemorar el Primer Centenario de su parroquia (míralo aquí). En este sentido, estará acompañada también por la Inmaculada de los Padres Blancos, Santa Brígida y la Custodia de La Sed, que vivirá su primera experiencia lejos de la Gran Plaza y en la otra orilla de la ciudad. Todo para formar un cortejo cuyo visionado será de obligado cumplimiento para cualquier cofrade, puesto que, a buen seguro, nos regalará estampas irrepetibles.

La primera de ellas, esta misma tarde, cuando el sol comience a ocultarse y ya con la fresquita la Virgen Gloriosa del Patrocinio se de un pequeño paseo en busca de su momentáneo refugio. Será el preludio de un día grandísimo para la feligresía y que comenzará bien temprano, a las 9.00 horas. Entonces Triana se vestirá de Corpus con tintes de raso morado, los de una hermandad que no pudo el Viernes Santo celebrar una efeméride tan importante en la calle pero que, en cuestión de horas, podrá resarcirse por todo lo alto.

Un estreno para el Corpus

Aunque oficialmente el Corpus Christi se celebra el jueves, hay quienes defienden que esta festividad comienza realmente durante la jornada previa, con los preparativos de los altares y los traslados de imágenes al centro. Y no les falta razón, puesto que a partir de ese momento se respira en el corazón de la ciudad un ambiente distinto, casi de estreno. Incluso este año con todas las de la ley, puesto que precisamente en esa jornada conoceremos una nueva imagen mariana hispalense, la de la Virgen de la Salud y Esperanza, de la asociación cofrade de Las Avenidas (ya hablamos sobre ella aquí), que vivirá su puesta de largo coincidiendo con uno de los días más importantes del calendario.

Además, lo hará a lo grande, siendo trasladada en andas desde el convento de las Hermanas de la Cruz hasta la esquina de la calle Álvarez Quintero con Villegas, donde presidirá un altar durante el Corpus. En este sentido, el joven colectivo al que pertenece contará con la ayuda de corporaciones como Los Gitanos, La Macarena o La Trinidad, que les han cedido enseres para que brille con luz propia en la primera ocasión que tendremos los sevillanos para verla 'in situ', puesto que irá directamente del taller del imaginero a la Casa Madre de las discípulas de Madre Angelita.

De este modo, se volverá a cumplir la premisa básica de que, pese a que lo parezca, el Corpus de este año no será igual al del anterior, puesto que contará con un estreno que deja bien claro que en esta ciudad la llama de las cofradías sigue muy viva y que, pese al paso del tiempo, casi no puede entenderse sin ellas a cualquier barrio. No en vano, estamos hablando de uno de los pocos que no tiene hermandad y que ya se está moviendo para serlo. Hasta ahora, todo va por muy buen camino, tanto que quizás pronto no sea la Virgen de la Salud y Esperanza la que tenga que venir al centro para estar antes nuestros ojos, sino nosotros quienes vayamos a su barrio para verla.

Que no se mueva un varal

Desde hace meses, es conocida la intención del Arzobispado de tomar parte en la elección del pregonero, sobre todo para evitar casos como el de Antonio García Barbeito, quien insinuó públicamente su ateismo y tuvo que retractarse para evitar que el acto se suspendiese finalmente. En este sentido, parece que a expensas de que el Consejo apruebe definitivamente su nuevo reglamento de funcionamiento  interno, la idea es que antes de que se tome la decisión definitiva se presente a Palacio la terna de candidatos, a fin de que todos reciban el visto bueno y el máximo organismo cofradiero pueda pronunciarse con total libertad al respecto.

Sin embargo, esta propuesta está recibiendo muchas más críticas que apoyos. Incluso hay quienes como Fran López de Paz han llegado a vaticinar el final del Pregón dentro de pocos años si se lleva a la práctica. De hecho, y sin necesidad de llegar a ser tan apocalípticos, salta a la vista que esta dinámica haría que sólo se escuchase una cosmovisión de la Semana Santa, callando así prácticamente para siempre a otras voces y opciones, haciendo que precisamente aquellos que pudiesen verse identificados por ellas fueran perdiendo paulatinamente el interés por el acto. Esto, además, traería consigo la dificultad para encontrar oradores de calidad, lo que traería consigo la devaluación de las obras.

Pero, quizás lo más importante es tener en cuenta que las ideas de este Arzobispado sobre lo que debe ser la Semana Santa dista muchísimo de las que tiene la inmensa mayoría de la ciudad, por lo que se podría crear una disonancia entre el mensaje que se daría en el acto y el que Sevilla querría recibir. Ahí reside el mayor de los peligros, sobre todo porque desde que Asenjo accedió al cargo nunca ha tendido la mano a las cofradías para entenderse con ellas, sino que ha tirado de un 'ordena y mando' que chirría demasiado, incluso para los más conservadores. Por tanto, ¿sería conveniente darle más voz y voto en la elección del pregonero? Parece que no, máxime cuando en una sociedad democrática y en relación a una fiesta que definimos como abierta, se quiere recortar una libertad más que necesaria para que todo siga avanzando como lo ha hecho hasta ahora. Porque, de momento, la cosa no ha ido demasiado mal, lo que hace pensar que lo mejor es que, nunca mejor dicho, no se mueva un varal.

La extraordinaria de San Vicente

Pasado ya el Rocío y con las hermandades ya de vuelta hacia la capital hispalense, Sevilla sólo tiene ojos para su Corpus. O mejor dicho, para todos aquellos que dan sentido al Junio Eucarístico. Porque además del que saldrá dentro de algo más de una semana desde la Catedral, muchísimos otros barrios pasearán también al Santísimo por sus calles, incluso de manera extraordinaria, con motivo efemérides tremendamente señaladas. De una de ellas, la del primer Centenario de la parroquia de La O, ya hablamos hace unos meses (recuérdalo aquí), pero sobre la segunda vamos a pronunciarnos hoy.

Y es que la hermandad de Las Siete Palabras ha organizado una procesión eucarística que recorrerá la feligresía de San Vicente el próximo día 26, para celebrar así el 500 Aniversario de la corporación del Miércoles Santo. Para ello, la cofradía ha dispuesto un cortejo compuesto por tres pasos, que podrán ponerse en la calle gracias a la colaboración de El Buen Fín y El Valle. No en vano, la primera ha cedido a la Inmaculada que irá sobre el primer paso, cedido por las Salesianas de la collación. De igual modo, la segunda prestará a su Niño Jesús para que vaya después, precediendo a la Custodia de la parroquia, que irá sobre las andas del Señor de la Misericordia.

Con todo ello, la cofradía celebrará por todo lo alto que lleva medio milenio con nosotros, igual que las corporaciones sacramentales en la ciudad, razón por la cual ha cursado invitaciones para participar en la procesión a las hermandades hispalenses más antiguas y que ostentan este rango eclesiástico, empezando por la de Torrijos, que pasa por ser la pionera. Así, la cofradía 'matará dos pájaros de un tiro', compaginando una celebración propia con el homenaje a un elemento fundamental y vertebrador de Sevilla, permitiendo de paso que podamos disfrutar de una procesión extraordinaria en un año en el que estas brillan por su ausencia y estamos deseando ver pasos por las calles. Y es que dentro de una semana y media Dios se paserá por San Vicente.