Nos vamos de vacaciones

Agosto ya está a tan sólo unas horas de distancia, la ciudad está sumida en su particular duermevela a la espera de la Virgen de los Reyes y las playas hacen las veces de improvisados escenarios para las tertulias cofrades. Por eso, llegó el momento de hacer una paradita. Después de, contando la de hoy, 336 actualizaciones consecutivas al pie del cañón, sin faltar ni un sólo día a nuestra cita con quienes, ya sea por unos motivos u otros, están al oro lado, es la hora de descansar una mijita.

Hoy cerramos por vacaciones esta humilde bitácora, que volverá abrir sus puertas, con fuerzas renovadas y mayor ilusión si cabe dentro de un mes, el 1 de septiembre. Será entonces cuando echemos a andar al compás de la segunda tanda de las Glorias, caminando con ellas hasta Navidades, una Cuaresma que esperamos como agua de mayo, una Semana Santa que deseamos sin ella y el nuevo inicio de un periodo letífico que nos acompañará hasta que de nuevo descansemos allá por agosto de 2013. Pero para plantearse tan ambiciosa empresa, es preciso relajarse un poco, algo que empezaremos a hacer mañana mismo.

Hasta que volvamos, quedará a disposición de todo el que quiera nuestro archivo, que comprende ya un total de 837 actualizaciones desde que comenzamos con esta aventura aquel 17 de febrero de 2010. Probablemente, nosotros también le echaremos una miradita, porque aunque siempre es recomendable desconectar, nunca seremos capaces de poder hacerlo del todo. Por eso, en 31 días estaremos de vuelta para seguir dando guerra. Sólo esperamos que, una vez más volvais a estar al otro lado y, cómo no, que tengais un muy feliz verano.

Retraso en San Lorenzo

Estaba previsto que en este mes que ya nos dice adiós, San Lorenzo se quedase momentáneamente huérfano de Gran Poder (recuérdalo aquí). Sin embargo, los días han ido pasando, la séptima hoja del calendario se ha ido consumiendo y no se han producido novedades en la basílica. Todo ha seguido como si nada, con total y absoluta normalidad. ¿Significa eso que la intervención no se va a llevar definitivamente a cabo? Ni mucho menos. No será, obviamente, ahora mismo, sino a la vuelta de vacaciones.

Y es que la elaboración de las piezas que se le van a implantar a la obra maestra de Juan de Mesa está tardando más de lo esperado, hasta el punto de que, en principio, no estarán acabadas hasta dentro de unas semanas. Por ello, la corporación de la Madrugá ha decidido que los trabajos se pospongan hasta septiembre, cuando el Señor sea bajado de su camarín un domingo, aún por determinar, se traslade a otras dependencias del templo y vuelva como nuevo entre cuatro o cinco días después, con tal de que pueda atender las visitas de sus devotos de cada viernes.

De este modo, Sevilla ha tenido un tiempo extra con el que no contaba para poder ir a rezarle, a postrarse a sus plantas y demandarle tantas y tantas cosas que en estos tiempos difíciles nos hacen falta. Porque sus 'vacaciones' se van a demorar un par de meses más. Quizás, porque es consciente de que ahora, más que nunca, muchos necesitamos que nos eche una mano. Y es que nada sucede porque sí, sobre todo si tiene que ver con alguien tan divino que salió de un trozo de madera para mostrarnos con toda crudeza el dolor de lo humano.

Extraordinarias a pares

La rumorología no para en este mes de julio. De hecho, a este paso, antes de que empiece agosto vamos a tener prácticamente finiquitadas todas las novedades que nos traerá el 2013, un año que, a tenor del 'runrún' que recorre la ciudad en estos días, podría ser tremendamente especial en el Santo Ángel, que tendría la posibilidad de disfrutar de hasta dos procesiones extraordinarias allá por el mes de mayo, cuando las Glorias vuelvan a arrancar tras la que, esperemos, sea una espléndida Semana Santa.

Y es que el paso del Éxtasis de Santa Teresa cuenta con serias opciones de presidir en la Catedral el Pregón del ciclo letífico, que tendrá lugar durante el primer fin de semana de la quinta hoja del calendario. Del mismo modo, parece estar prácticamente cerrada la salida de la Virgen del Carmen hacia el convento Carmelita del barrio de Santa Cruz, aunque, claro está, siempre y cuando Palacio dé su visto bueno, punto que parece el más complicado de todos a tenor de los precedentes.

Así las cosas, parece que tras dos años, este y el anterior, en el que las extraordinarias han brillado por su ausencia, el que viene, a priori, llegará cargadito y con ganas de cambiar la dinámica. De hecho, a las dos del Santo Ángel se sumaría también la prevista en Los Gitanos (recuérdalo aquí). Cierto es que, como siempre, Asenjo tendrá la última palabra. Por tanto, en breve sabremos qué pasa, si sigue en su línea de nada de pasos por las calles fuera de fecha o, por el contrario, hay 'fumata blanca'.

Ya suena el pregonero

Probablemente, la elección del pregonero de este 2012, Ignacio Pérez Franco, ha sido una de las más descafeinadas que se recuerdan. No en vano, se intuía desde hacía varios meses que el ex hermano mayor de El Baratillo iba a anunciar a la ciudad la llegada de su Semana Santa (recuérdalo aquí). Pues bien, parece, al menos de momento, que vamos a conocer a su heredero siguiendo una dinámica bastante parecida, puesto que a casi tres meses para que se anuncie oficialmente todo apunta a la que la decisión está más que clara.

No será Lutgardo García, a quien muchos colocaban como alternativa hace un año y que tras dar el Pregón de las Glorias de este tendrá que esperar para dar el salto al atril del Maestranza. Las miradas están fijadas en el hermano mayor de San Isidoro y que ya lleva varios años en las quinielas. En este sentido, salvo que aparezca otra opción mucho más llamativa y convincente, él será el que 17 de marzo de 2013 desgrane todas sus vivencias cofrades en ese momento en el que las Vísperas, sin haber llegado aún, ya no se pueden esperar más.

Cierto es que margen hay y bastante por delante como para que se puedan producir sorpresas. Quizás, una opción podría ser el primer pregón femenino, para el que Maruja Vilches se postula como seria aspirante. No obstante, parece que las cartas ya están echadas y que el atril del Maestranza se vestirá el año que viene del ruán negro de San Isidoro. Todo apunta a ello. Sólo queda que el tiempo pase y nos confirme o desmienta si, como parece, el elegido será Guillermo Mira.

Agosto reclama su sitio

Julio ya está agotando sus últimos cartuchos y su sucesor, agosto, viene llamando con fuerza a la puerta. Y eso, en clave cofrade, no puede significar otra cosa por estos lares que no sea la salida procesional de la Patrona de Sevilla y su Archidiócesis, la Virgen de los Reyes, que cada vez vemos más cerca. De hecho, desde hace unos días ya sabemos cómo se anuncia a la ciudad esta fecha que desafía a las playas y devuelve, aunque sólo sea por unas horas, la bulla y el esplendor a las calles del centro de la capital hispalense.

Se trata de una pintura realizada por Luis Rizo, que ha pintado un cartel en el que se resume a la perfección la historia de la talla. Primero, con el motivo principal, en el que aparece el palio de la Virgen superando el atrio del cancel de la Puerta de Palos, cuando se reencuentra con sus fieles, que la esperan fuera de la Catedral. Y, después, con la escena que se ve en la parte superior, en la que se observa al Rey San Fernando y su séquito a su llegada a Sevilla desde el Aljarafe, evocando los momentos previos a la reconquista de la ciudad de manos de los árabes.

Todo trazado con una precisión exquisita, sin que falte un sólo detalle y con una composición absolutamente compensada y equilibrada, en la que ni se notan ausencias o sobras. En definitiva, una obra a la altura de la tradición y sevillanía que demanda una fecha como el 15 de agosto y que ya comenzamos a paladear poco a poco, como quien no quiere la cosa, y siendo conscientes de que más pronto que tarde estará entre nosotros. Porque julio ya languidece en el calendario y su relevo viene demandando su sitio

El milagro de San Carlos

Corren malos tiempos, malísimos. La crisis se está cebando casi con todos, haciendo prácticamente inviable cualquier tipo de proyecto. Aunque a veces, aparecen brotes verdes, casos que escapan a la lógica dominante y que demuestran eso de que "querer es poder". Un claro ejemplo de ello se verá esta noche en la parroquia de San Carlos Borromeo, donde verán hecho realidad un sueño que la feligresía tenía desde hace muchísimo tiempo: tener un Cristo al que rezarle.

Realmente, ya lo poseían desde antes. Se trataba de una talla anónima, de 1,30 metros y que databa de los siglos XVI o XVII. El único problema es que la imagen se encontraba en un pésimo estado de conservación, lo que hacía absolutamente inviable rendirle culto. Quedaba la opción de restaurarla, pero el párroco, Carlos González, no lo veía procedente, sobre todo porque se trataba de un actuación muy costosa, de más de 10.000 euros, que, en este momento, correría más prisa destinarlos a ayudas sociales que a obras de arte. Sin embargo, las reivindicaciones de la feligresía continuaban, llevando al cura a tomar una decisión salomónica: sólo se llevaría a la práctica el proyecto si se recaudaba también una cantidad similar para asistir a la gente.

Y ahí surgió el milagro. Las donaciones se multiplicaron y en apenas un mes había fondos para todo. Así, se encargó a Gutiérrez Carrasquilla el arreglo de la talla y con la maestría de sus gubias esta rejuveneció siglos y siglos, quedando como nueva. Hoy podrá comprobarlo quien quiera, en una misa en la que se bendecirá, dándole la bienvenida a una parroquia que lleva años esperándolo. Parece algo ilógico en tiempos de crisis, en los que todo el mundo tiene el agua al cuello y cualquier cosas que tenga que ver con el dinero es poco menos que utópica. Pero no para todo el mundo; no para la gente de San Carlos.

Cada una para un lado

Hace tiempo, en este mismo blog, hablábamos de cómo la figura del Patrón de la ciudad, San Fernando, había caído un poco en el ostracismo, quedándose sin procesión por las calles de Sevilla el día de su festividad (recuérdalo aquí). Pues bien, hoy el calendario nos lleva a otra jornada parecida, con otro protector como protagonista e, incluso, de mayor importancia. No en vano, según las Escrituras fue uno de los apóstoles de Jesús, se le considera prácticamente uno de los introductores del cristianismo en nuestro país y, para más inri, es el Patrón de España.

Nos estamos refiriendo a Santiago, cotitular de la Velá de Santa Ana que esta noche echará el cierre allá por la medianoche, con los tradicionales gozos desde el campanario de la 'Catedral de Triana' (míralo aquí), pero al que más allá de eso poca importancia más se le da en la capital hispalense. Cierto es que en la provincia cuenta con procesiones (como en Aznalcázar, por ejemplo), aunque las dos corporaciones que tienen vinculación con este santo a la orilla del Guadalquivir no siguen el ejemplo. Una, La Redención, porque tira más para la advocación de su titular mariana y apunta al Rocío, pese a que el apostol sea quien dé nombre a su sede canónica. La otra, El Amor, porque se deja llevar por la seriedad y el clasicismo, dejándolo todo en cultos internos.

Así, como quien no quiere la cosa, en la ciudad de los pasos se vuelve a obviar a un Patrón, igual que a San Fernando, a Santa Justa y Santa Rufina, a San Leandro y a San Isidoro, quienes, al menos tienen el Corpus para ahogar sus penas. Puede que sea por falta de costumbre o porque, quizás en estos casos, se ha querido innovar haciendo justo lo contrario. Lo curioso es que en una época en la que proliferan cofradías de nueva creación, se obvia a quienes llevan en los altares muchísimos años. Puede que sea una simple casualidad o una demostración de que, en algunos temas, las hermandades y la iglesia miran cada una para un lado.

El traslado que tendremos que esperar

Ayer debimos empezar la última semana completa del mes de julio con un traslado. Incluso, se llegó a anunciar oficialmente que el 23 iba a ser la fecha indicada para una mudanza de apenas unos metros, pero que iba a tener una significación muy especial. Por primera vez, una imagen a la que se le rinde culto en San Gil, la de la Virgen del Carmen, iba a tener que 'emigrar' a la basílica de la Macarena, donde iba a alojarse en la capillita de Santa Ángela. De igual modo, también haría lo mismo el simpecado de la hermandad del Rocío del viejo arrabal.

La razón no era otra que unas obras que tenían que realizarse en el templo almohade, al que se le va a cambiar toda la solería. Sin embargo, todavía no han llegado los pertinentes permisos para llevarlas a cabo, razón por la cual todo ha quedado pospuesto, al menos hasta septiembre. Por tanto, habrá que esperar más de lo previsto para ver una imagen única y casi irrepetible, que algunos incluso tildarán de que va 'contra natura', puesto que siempre han sido los titulares de La Macarena los que se han tenido que 'exiliar' a San Gil y no al revés.

Pero los tiempos cambian y los años pasan, dejando su huella en los más mayores, como la parroquia en la que se consolidó la corporación que cada año abre la Madrugá y que, en cuestión de unos meses, abrirá sus puertas a dos hermandades vecinas con las que siempre ha compartido casi el mismo inmueble, aunque separados por un simple tabique. De momento, esa situación de mantendrá sin novedades unas semanas más, aunque, más pronto que tarde se producirá ese encuentro que a la vera del Arco no tiene precedentes.

Despedidas en La O

Terminado el ciclo del Carmen, ya sólo queda mirar hacia el futuro. Sobre todo, porque a este mes de julio le resta muy poco que darnos en clave cofrade, puesto que, como la ciudad, se va sometiendo de manera paulatina a un letargo del que sólo pueden escapar pequeñas excepciones. Algunas, incluso, tienen que ver con esta cambio de dinámica, que dan lugar al inicio de obras que se llevarán a cabo aprovechando el descenso de fieles para que, a la vuelta de vacaciones, todos vean el templo como nuevo.

Es lo que ocurre en La O, cuya parroquia cierra hoy al culto por unos trabajos que impedirán que se pueda orar a las plantas del Nazareno y su Madre, que permanecerán alojadas en las dependencias de la corporación hasta que finalicen las actuaciones, encaminadas a mejorar el estado de mantenimiento de la iglesia y su pintura. Es más, ayer mismo, a mediodía, vivimos un pequeño epílogo del ciclo del Carmen gracias a este hecho, puesto que la Reina del Carmelo de Triana, que salió apenas unas horas antes desde esta parroquia, fue trasladada en andas hasta otro templo.

Concretamente, fue el de la basílica del Patrocinio, sede canónica de la hermandad de El Cachorro, donde permanecerá hasta que todo regrese a la normalidad. Será, probablemente, allá por el mes de septiembre, cuando la parroquia de La O aparezca reluciente, casi como era cuando se abrió al culto hace ya tiempo, en el momento en que se erigió como casa grande de la calle Castilla sobre el solar de una antigua mezquita. Esa misma casa que dejará por unos meses algo huérfanos a algunos que no podrán rendir visita a aquellos que siempre les escuchan, reconfortan y dan compañía.

La última antes del letargo

Hoy cerramos semana, pero también ciclos. Por un lado, el del Carmen, al que tan sólo le queda una procesión por nuestras calles. Por otro, el del primer tramo de Glorias, ese que comenzó en mayo y se enfrenta a partir de esta noche a un parón que durará hasta septiembre y que tan sólo tendrá por medio el oasis del 15 de agosto, con la salida de la Patrona de Sevilla y su archidiócesis: la Virgen de los Reyes. Por eso, esta jornada vendrá acompañada de un importante sabor a despedida que iremos notando cómo crece según vayan pasando las horas.

Y quizás, al principio, prácticamente pase desapercibido mientras disfrutamos de la Virgen del Carmen de Calatrava, que hace justo una semana surcó el río y ahora hará lo mismo entre ese mar de cabezas que la acompañarán durante su recorrido. De su mano, la Alameda se llenará de incienso y marchas, igual que algunas calles del centro, mientras la nostalgia, poco a poco, irá cogiendo confianza con nosotros, comentándonos al oído que esto se acaba, que las Glorias arrían momentáneamentes sus zancos.

Porque así será en cuanto el paso de esta última Reina del Carmelo regrese a su casa y cierren sus puertas. A partir de ahí, la ciudad se sumirá en un letargo en el que muchos se marcharán a las playas en busca de playas y menos calor, silbando marchas mientras miran al mar, pasean o clavan la sombrilla; viendo DVDs tras el almuerzo con la persiana bajada, mientras cuentan los días para que todo vuelva a la normalidad, a esa que sólo entendemos entre bullas y pasos de por medio. Afortunadamente, hasta que eso pase, queda el último tirón, una oportunidad de oro para disfrutar de obligado cumplimiento.

Día grande del Carmen

Estamos a punto de finalizar una semana que comenzamos con la festividad de la Virgen del Carmen, que en clave cofrade, sin embargo, tendrá su día grande hoy. No en vano, el carácter 'semilaborable' de un sábado por la tarde y su cercanía con un domingo que siempre es festivo se presta más a ello, algo que han tenido muy en cuenta dos hermandades vinculadas con esta advocación para programar sus salidas procesionales, regalándonos de paso una jornada digna de vivir intensamente por todo 'jartible' que se precie.

Muchos de ellos lo harán en Triana, donde la Virgen de la capillita del Puente acaparará flashes y miradas durante prácticamente toda la tarde. Primero, con su paseo fluvial por las aguas del Guadalquivir, recordando a la ciudad que en su DNI pone que pertenece al barrio más marinero de la capital andaluza. Ya después, tras regresar a la parroquia de La O, que le da cobijo durante estos días, sobre su paso, recorriendo las calles de una feligresía que se le quedará pequeña. Como también le sucederá lo mismo, en las inmediaciones del Arco, a otra Reina del Carmelo.

Será la Virgen del Carmen de San Gil, que traerá aires de Madrugá al barrio de la Macarena, donde ni siquiera faltará para ello los sones del Carmen de Salteras. Ella sólo irá por tierra, aunque bajando ese pedacito de Cielo que vemos siempre entre una bulla, volutas de incienso y reflejos de luces en unos respiraderos. Porque así ha sido siempre, en todos y cada uno de esos días grandes que no entenderíamos sin procesiones o que, quizás, lo sean realmente porque estas existen y recorren las calles. No en vano, hoy no es 16 de julio, pero sí el que celebrarmos con  más fuerzas la festividad del Carmen.

No todo está perdido

Que en este blog se le han dado palos a diestro y siniestro a Asenjo por su gestión al frente del Arzobispado es algo claro y notorio. Su idea de cómo conjugar iglesia y hermandades parece distar mucho de la que debería exhibirse en una ciudad como Sevilla, algo que chirría demasiado, sobre todo cuando lejos de negociar parece querer imponer su opinión a este tipo de colectivos. No obstante, hay también ocasiones en las que el inquilino más importante de Palacio tiende la mano a las cofradías, demostrando quizás que no todo está perdido.

Un claro ejemplo de ello ha podido verse en una reciente entrevista a 'ABC', periódico al que ha expresado su forma de ver la polémica protagonizada por el párroco de San Jacinto, quien sigue sin dar su brazo a torcer en la relación con La Estrella (recuérdalo aquí). En este sentido, el arzobispo ha admitido que la negativa del rector del templo dominico a que la cofradía del Domingo de Ramos formase allí sus tramos, reguardando a los nazarenos de la lluvia, le llamó "tristemente la atención". "Pienso que las cofradías son piezas importantes en la vida de la diócesis y no se pueden despreciar; no debemos situarnos enfrente o de espaldas a ellas, sino a su lado; gestos como ese no me agradan", indicó el prelado.

Llama la atención que Asenjo saque a relucir esta postura cuando él mismo se ha distanciado de las hermandades en muchos momentos y de formas muy diferentes. ¿Quizás está comenzando a tener conciencia de dónde está? ¿Puede ser esto, como dirían en la película 'Casablanca', "el principio de una bonita amistad? El tiempo se encargará de decirlo, pero lo que sí queda medianamente claro con este guiño es que algo podría estar cambiando y que, después de dos años de críticas y polémicas, puede que no todo esté perdido.

Retoques en Los Javieres

La parroquia de Omnium Sanctorum se verá dentro de poco algo más vacía de la cuenta. No en vano, faltará una de sus inquilinas más ilustres, a la que la lluvia ha dejado sin salir de casa durante los dos últimos años y que destila clasicismo entre filas de ruán negro cada tarde de Martes Santo. Una talla que salió de las gubias de Fernández Andes allá por 1936 y que pese a dar sus primeros pasos por Jesús del Gran Poder, ahora ya es santo y seña de la calle ancha de la Feria. Nos estamos refiriendo a la Virgen de Gracia y Amparo de Los Javieres.

Y es que los hermanos de la corporación decidieron el pasado día 12 que la imagen debía pasar una pequeña revisión en el taller del profesor Miñarro, quien ya hace dos años restauró también a la principal devoción del mismo templo: la Reina de Todos los Santos (recuérdalo aquí). En este caso, aún se desconoce cuándo comenzarían los trabajos, que consistirían en el cambio de las articulaciones por otras mucho más actuales y funcionales. De igual modo, se está a la espera de que llegue la autorización eclesiástica para poder retirar a la Virgen del culto, por lo que aún es pronto para poder especular con el momento en el que podría estar de vuelta.

Así las cosas, y teniendo en cuenta las fechas en las que estamos, puede que todo se retrase más de lo deseado, al menos hasta septiembre, por lo que no podríamos hablar de unas vacaciones en el taller, sino más bien de una visita al mismo poco antes de encarar la recta final del verano. Lo que sí es cierto, es que la Virgen de Gracia y Amparo será retocada lo antes posible, para mejorar su estado de conservación y, por qué no decirlo, poder rejuvenecer de paso unos cuantos años.

La Patrona vuelve a casa

Si aún no tienen una imagen de la Virgen de los Reyes presidiendo el altar mayor de la parroquia del Sagrario, dense prisa, porque quedan pocos días para que puedan hacer la foto. Y es que tras prácticamente un año allí, la Patrona de Sevilla y su Archidiócesis está a punto de volver a casa, algo que hará en los albores del mes de agosto, prácticamente coincidiendo con el inicio de los cultos anuales que preceden a su habitual salida del día 15, cuando la ciudad vuelve a rebosar devoción y población para ponerse a sus plantas.

El traslado en si se llevará a cabo el 3, probablemente con carácter privado y sin que muchos lo noten, ya que tendrá lugar por el interior de las naves catedralicias, ya que la sede canónica de la hermandad de El Cristo de la Corona está anexa a la Seo. Esa misma noche, la Virgen de los Reyes dormirá donde siempre lo ha hecho, en la Capilla Real, donde ya han acabado las obras que la hicieron 'emigrar' tras su salida de 2011 y que, incluso, obligaron a la suspensión del segundo de sus besamanos.

Así las cosas, queda claro que el próximo día 15 la tradición estará más presente que nunca, ya que todo se desarrollará con una normalidad que estaba anunciada pero de la que muchos dudábamos por el hecho de que hubiese albañiles y andamios de por medio. Afortunadamente, se han cumplido todos los plazos y la Patrona va a regresar a casa en el tiempo y forma estipulados. Una razón más para desear con fuerzas que llegue su festividad y la veamos en la calle, esbozando una sonrisa que muchos sabremos a qué se debe.

El centro se hace río

Dicen los historiadores que hace siglos, el río Guadalquivir recorría las calles del centro de la ciudad, entrando por la Alameda y llegando hasta San Isidoro. Cuentan que, con el paso de los años, las aguas fueron dejando sitio a la tierra de aquella primitiva Híspalis que recibía su nombre de las casas que se hacían sobreelevadas del terreno fluvial por palos. De aquello, hace muchísimo, hasta el punto de que no hay imágenes que lo constaten, sólo investigaciones, especulaciones al respecto y vestigios que se encuentran cada vez que se escarba un poco en el suelo de esos puntos.

Pero también hay una jornada en el año en la que Cronos parece hacer un guiño a aquella época, en la que el corazón de la ciudad vuelve a sentirse río por unas horas mientras surca sus aguas, ahora de cemento y alquitrán, una Capitana que responde al nombre de Carmen y que bendecirá todo a su paso desde sus andas. Saldrá del Santo Ángel, cuando el sol comience a esconderse dejando su sitio a la luna. En ese momento, el centro se teñirá de marrón y blanco, el de un hábito Carmelita que hace años nos robaron las procesiones de Semana Santa en el templo de la calle Rioja, desde donde salieron corporaciones como La Lanzada o El Valle, y que hoy, paradojas de la vida, nos regalará la última que paseará por ese punto hasta septiembre.

Por eso, cuanto ocurra en unas horas por el centro será diferente, llevando nuestra imaginación a tiempos pasados, pero también futuros, mientras disfrutamos el presente como se merece. ¿Otro milagro de la Virgen del Carmen? Puede. El caso es que de su  mano el río hoy extiende sus dominios hasta puntos que tuvo bajo su manto hace mucho y que, aún sin agua, vivirán algo parecido gracias a la Reina del Santo Ángel. Y es que el ciclo continúa y, pese a lo que digan muchos, nunca un día es igual que otro.

Una tarde que da sentido al verano

Hay pasos que dan sentido a una etapa concreta del calendario, procesiones sin las cuales no se entenderían determinadas estaciones. Hoy, por la feligresía de San Román y el centro podremos disfrutar de uno de ellos. Concretamente, de ese palio que se viste de Glorias, al que el exilio no le ha podido quitar el apellido y que, como mandan los cánones, se pondrá en la calle un 16 de julio para celebrar por todo lo alto la festividad de la Reina del Carmelo. Porque Sevilla verá un nuevo síntoma de su verano, más allá del calor o las calles semidesiertas por los efectos colaterales de las vacaciones.

Y es que en unas horas tendremos paseándose por el corazón de la ciudad a la Virgen del Carmen de Santa Catalina, esa que muestra que las advocaciones letíficas también pueden ir con aires de Dolorosa, entre candelería y bambalinas, regalando bullas y olor a incienso a una capital hispalense que vive en su particular duermevela de cada verano, pero que hoy despierta por completo para no perderse detalle de cuanto la que desde hace unos años se ha convertido en la Vecina más insigne de San Román, pese a saber que su verdadero templo, como gran parte de su corazoncito, lleva demasiado tiempo cerrado.

Probablemente, cuando pase cerca de él, contendrá alguna que otra lagrimilla y pedirá al Cielo que más pronto que tarde pueda regresar a sus adentros. También el resto de la ciudad lo reclamará a su lado, como otras tantas cosas que también echamos en falta en estos tiempos tan complicados que nos han tocado vivir y que, como aprendimos desde pequeños, resultan siempre algo más llevaderos disfrutande de tardes como esta, entre pasos. Y no una tarde cualquiera, sino una de esas que dan sentido al calendario y que proclaman a los cuatro vientos que en Sevilla ya es verano.

Entre lo que ha llegado y lo que vendrá

Llegamos prácticamente al ecuador del mes de julio hablando del mismo nombre de mujer que casi resulta sinónimo del verano en clave cofrade: Carmen. Porque hoy continuamos ciclo, aunque, quizás, sería mucho mejor hablar de que estrenamos una parte inédita del mismo hasta ahora. No en vano, en una horas tendremos una procesión, incluso recorrerá unos cuantos metros por las calles, aunque la parte realmente importante de su itinerario no lo hará sobre costaleros, sino sobre una barca y surcando las aguas del Guadalquivir.

Es lo que hará la Virgen del Carmen de Calatrava, una de las más clásicas de este periodo letífico en la ciudad, y que bendecirá con su sola presencia la que, según dicen muchos, es en realidad la calle más larga y sevillana de cuantas cruzan la ciudad. Por ello, el río tendrá más vida que nunca, entre curiosos y devotos que no querrán dejar escapar la posibilidad de recordar 'in situ' el carácter marinero de una capital hispalense que, incluso, hará su particular vigilia previa a la festividad de la Reina del Carmelo en otro punto que, en pocos días, vivirá una situación similar a la de la Señora de la Alameda.

Y es que en Triana, cuando el reloj comience a acercarse peligrosamente a la medianoche, se celebrará un Rosario Público que terminará cuando el 16 de julio sea una realidad entre nosotros, más allá de lo que indique el calendario. Será el preludio en el viejo arrabal de lo que llegará la próxima semana y que no tendremos que esperar para verlo a la vera de la Barqueta. Porque la ciudad nos sigue regalando contrastes entre lo que viene y lo que vendrá. El mayor de todos, el de esas Glorias que como hoy disfrutaremos pensando en lo que debe ocurrirá dentro de 252 días, cuando el río será un mero espectador y pierda todo su protagonismo.