Esperando el relevo

Ahora sí que no hay vuelta atrás. Septiembre echa definitivamente el cierre, dejándole el testigo a un mes de octubre que, educadamente, esperará hasta mañana lunes para empezar a ejercer su magisterio. Así, el tercer trimestre de 2012 apurará sus últimas horas en una nueva jornada cofrade, que comenzará con mucha fuerza, pero que, curiosamente, quedará algo huérfana a media tarde, cuando nos veamos de nuevo obligados a tener que esperar para embriagarnos de olor a incienso y sabor a bulla.

Porque con las primeras claras del día Torreblanca despertará al son de cohetes, flautas y tamboriles, iniciando su tradicional Romería en honor al Inmaculado Corazón de María. Así, el barrio vivirá su día grande, visitando un eucaliptal donde disfrutarán de un día acorde con la tradición de este enclave del Distrito Este, pero también de hermandad. Mientras, en el centro de la ciudad, mirando a una iglesia de Santa Catalina en la que no fijan sus ojos quienes tienen que hacerlo, saldrá Santa Lucía.

Será poco antes del mediodía y con sones de la banda de música de El Sol, orando por el regreso a un templo que cuyo futuro parece estar más oscuro que la visión de los ciegos de la que es Patrona. Cuando entre, y más allá del regreso a casa de los romeros de Torreblanca, ese color oscuro servirá para decir adiós al noveno mes del calendario, que ya echa el cierre y nos deja en manos de un octubre que llega con ganas de tomar el relevo. Será dentro de unas horas, dejándonos incluso un poco más de margen para que disfrutemos.

Despedida pendiente del cielo

Último sábado de septiembre. La hoja del noveno mes del calendario languidece a punto de dar paso a octubre, que se estrenará con la semana y ya viene pidiendo paso, golpeando fuerte la puerta. Las fiestas del Rosario de La Macarena ya vaticina el cambio de ciclo en las Glorias, aunque aún queda un último tirón de procesiones antes de entrar en el último trimestre de este 2012. Eso sí, siempre y cuando las nubes, que se han derramado con fuerza sobre nuestras cabezas en estos dos últimos días, den su beneplácito.

Si lo hacen, viviremos una tarde grande en La Calzá, con la salida de la Virgen de Valvanera, que paliará con su presencia, en cierta medida, la ausencia de los dos últimos Martes Santo. También habrá momentos emotivos en torno a la Puerta Real, por donde la Virgen de las Mercedes volverá a pasearse de nuevo, esta vez, de manera triunfal. Como también lo hará por el centro de la ciudad, desde San Ildefonso, la Virgen de los Reyes, Patrona de los Sastres, que pasará por puntos por los que apenas unas horas antes habrá pasado el mismísimo San Juan Bosco, que pasará el fin de semana entre nosotros (recuérdalo aquí).

Y la cosa no acaba ahí, porque hay barrios que verán los pasos a pares, como Triana. Allí saldrán la Virgen del Buen Aire y la Estrella Gloriosa. Y en San Pablo, sones pasionistas para acompañar al Nazareno de la agrupación de La Humildad, mientras en Torreblanca un Rosario Público servirá de antesala para la Romería que tendrá lugar con las primeras luces del día siguiente. ¿Algo más? Sí, que no llueva, para poder empezar a despedir al mes de septiembre como Dios manda.

Con Disney hemos topado

Hace unos días hablábamos de La Milagrosa, de Ciudad Jardín, ante la inminencia de su nombramiento como hermandad de penitencia (recuérdalo aquí). Pues bien, ese proceso se ha ralentizado un poco por una polémica que ha salido a la luz hace escasas fechas y que tiene que ver con una de las iniciativas más conocidas de la, de momento, agrupación parroquial: su cine de verano, cuya recaudación se destina a la caridad. Y es que esta actividad puede traer consecuencias para la corporación, a tenor de una denuncia promovida por diversas sociedades mercantiles.

No en vano, productoras como Disney, Columbia, Warner, Laurent o Manga Films se han quejado de que se exhibieron películas suyas sin su consentimiento, quienes, curiosamente, no piden una indemnización en concepto de derechos de autor, sino sentar las bases de un acuerdo de colaboración, previo pago de un cánon, de cara al futuro. De momento, todo está en manos de abogados y, según parece, el asunto va por buen camino, aunque no sería descartable que se produjesen cambios en los acontecimientos que pudiesen tener costes importantes para La Milagrosa.

Mientras tanto, Asenjo aguarda en Palacio la resolución del proceso, con las reglas prácticamente preparadas para estampar su firma en ellas, algo que, según algunos, podría ocurrir en cuestión de semanas. Así pues, y aunque parezca casi fuera de lugar, son empresas como Disney las que tienen en su mano la fecha en la que podrán empezarse a cortar túnicas por Ciudad Jardín, donde, por otro lado, nadie preve que no vayan a desfilar nazarenos por sus calles. Todo dependerá de que lleguen un acuerdo con el los que dicen ser amigos de los niñoas.

Presagios catódicos

Justo seis meses nos separan hoy del Jueves Santo de 2013. Apenas medio calendario para que Sevilla se llene de mantillas en uno de sus días más grandes, ese que amanece bien temprano visitando templos, pasa la tarde recorriendo calles en busca de pasos, hace vigilia a la luz de la luna en la Madrugá y comienza a llenarse de nostalgia en la tarde-noche del Viernes Santo. Y es que, poco a poco, vamos viendo cada vez más cerca el final de esta espera a la que aún le queda bastante, pero que comienza a mostrarnos que hay vida al otro lado.

Sobre todo, con detalles como la vuelta de los programas cofrades a la televisión local después de las vacaciones. De hecho, ya han estrenado nueva temporada 'Tramo a Tramo', en Giralda TV, y el decano, 'Semana Santa de Sevilla', en Tele Sevilla. De igual modo, en breve debe hacer su aparición el nuevo programa de Víctor García Rayo, en 20TV, y, previsiblemente, alguna novedad en Canal Luz que impida que la cadena se quede atrás. Entre todos, irán aportando su granito de arena a la información capilleril durante estos meses, sin que queden datos y noticias en el tintero.

Y, mientras tanto, la cuenta atrás irá cayendo, perdiendo cifras día a día, distancia con respecto a un Domingo de Ramos que hoy vemos todavía muy lejos. Aunque quizás ya aparezca un poquito más cerca, porque la normalidad ha regresado con el cierre del verano, haciéndonos más llevadera de la espera, esa que nos acompaña a diario, pero que se echa a temblar con detalles como estos, presagios de que su tiempo entre nosotros, aunque aún le quede mucho, ya se está acabando.

Mudanza inminente en Heliópolis

Muy pronto, la hermandad de La Misión volverá a ser noticia. Y no por su posible inclusión en la nómina oficial, que seguirá paralizada, al menos, a corto plazo (recuérdalo aquí), sino por un importante y histórico cambio para ella que podría tener lugar en breve. Concretamente, a partir de noviembre, cuando Asenjo bendiga la nueva capilla-casa hermandad de la corporación heliopolitana. Será el día 11 y, aunque aún no hay plazos por delante, todo hace indicar que será su nueva morada de modo inminente.

De momento, se utilizará como salón de usos múltiples, pero en cuanto Palacio la consagre como templo la cofradía abandonaría la iglesia del Claret, trasladándose a ella. En este sentido, el cambio no implicaría una ruptura de relaciones con la orden, puesto que resultan muy fluidas y cordiales desde siempre, pero sí la obtención de un grado de independencia que muchos hermanos reclamaban desde hace tiempo. Es más, incluso esta variación podría abrir las puertas a la salida de la Virgen del Amparo bajo palio, puesto que habría sitio para dos pasos en el interior del inmueble y el pórtico del mismo, de casi 6 metros, no lo impediría. Si a eso le unimos que el cortejo de nazarenos de la decana del Viernes de Dolores sigue aumentando año a año, la ecuación sale sola.

En cualquier caso, todos son especulaciones hasta el momento, puesto que ni la junta de gobierno ni nadie de La Misión ha confirmado nada más allá de la bendición del edificio, que estará en la calle Tebas, a 200 metros del Claret. Pero en el ánimo de todos está que no sea un cambio más, sino que traiga aparejado consigo muchas más variaciones. Por tanto, habrá que estar pendientes de las novedades que vayan a tener lugar en las próximas fechas, porque la rumorología ya se ha puesto en marcha y todos sabemos que "cuando el río suena, agua lleva".

Lo que nos perdimos

En Sevilla casi resulta imposible dar cuenta y tener bajo control todos y cada uno de los cultos externos que tienen lugar por nuestras calles. Por mucho esfuerzo que se haga para conseguirlo, es tal la cantidad de procesiones, Rosarios y demás que tienen lugar que siempre, y muy a nuestro pesar, alguno termina por escaparse. De hecho, durante este último fin de semana no pudimos dar cuenta en esta humilde bitácora de la salida de tres imágenes que ahora, a modo de compensación, repasaremos.

Porque el sábado, San Pablo volvió a llenarse con aires de Madrugá para ver al Señor de la Salud, que se paseó bajo los sones de la agrupación musical Virgen de los Reyes. Ya no es tan moreno como antaño, puesto que la nueva talla de Ángel Luis González, que salió por segundo año consecutivo, no tiene los mismos rasgos raciales, pero sigue, por su advocación y acompañamiento, evocando al Señor de San Román. Como también lo hace, pero al Jueves Santo, la Virgen de la Merced del convento de las Mercedarias, que volvió a recorrer las calles de La Judería en Rosario Vespertino, evocando aquellos tiempos ya algo lejanos en los que salía vigilando en la distancia a Pasión.

Mientras, la Virgen de las Tristezas de la Vera+Cruz visitó Santa Rosalía con los primeros rayos de sol del domingo, ese al que le costó dar la cara, pero que no faltó a su cita con esa Madre de Dios que robó su cara a la mujer de Illanes. Tampoco se ausentó Sevilla, que formó bullas en torno a sus andas, extasiándose entre olor a incienso y una estampa que cada año se repite y, a la vez, se vuelve tan irrepetible. Tres imágenes que se nos escaparon, pero que intentaremos que no lo vuelvan a hacer cuando nos las vuelva a poner por delante el calendario.

Un guiño al futuro en Nervión

Estrenamos la última semana de septiembre oliendo a incienso y entre bullas, como parece estar siempre mandado en esta ciudad. Porque hoy, pese a ser laborable, tendremos un culto externo que disfrutar por las calles de nuestra ciudad. Concretamente, las de Nervión, por donde se paseará la titular mariana de la hermandad de La Sed, la Virgen de la Consolación, que saldrá como ya viene siendo norma habitual cada año por estas fechas, en Rosario Vespertino.

Esta vez, la corporación ha querido dedicarlo especialmente a los más pequeños, a esos que deben ser los cofrades del futuro y que están destinados a recoger y conservar toda la esencia de este mundillo que se le presenta ante sus ojos de manos de sus mayores y que, dentro de un tiempo, ellos mismos pondrán a disposición de sus hijos. Curiosamente, lo harán al lado de una hermandad que les supera en edad como para ser su madre, pero que, en comparación proporcional con otras muchas de la ciudad, podría decirse que, como ellos, aún está empezando a andar.

Como lo hace también esta semana, echando raíces y preparándonos para lo que aún está por llegar en este sprint final de mes que vendrá bien cargadito. De momento, y como avanzadilla, tocará acercarse a las inmediaciones de la Gran Plaza, donde la Virgen de esos ojos claros saldrá a cielo abierto para recordarnos que ya queda menos, que el futuro va llegando casi sin darnos cuenta, que está casi a nuestro lado. Su Rosario será la metáfora perfecta de ello, la de un tiempo que, despacito y sin grandes zancadas, va acercándonos poco a poco a un nuevo Domingo de Ramos.

La máxima expresión de la espera

Tras la intensísima jornada cofrade de ayer, quizás la de hoy nos vaya a saber a muy poco, casi a nada. Y es que el programa previsto resulta bastante menos cuantioso en lo que a procesiones se refiere, puesto que tan sólo podremos disfrutar de un pequeño traslado, que, no obstante, será tan corto como intenso. Tendrá lugar al final de la calle Alfonso XII, en ese tramo en el que el centro comienza a confundirse mirando cara a cara al río, a la altura en la que dicen que antiguamente se encontraba una de las entradas más importantes de la ciudad, la Puerta Real.

Allí, desde la capilla del Museo, la Virgen de las Mercedes volverá a casa tras realizar sus cultos anuales, reencontrándose de nuevo con su Hijo, el Señor de la Redención, esa joya crucificada que muchos desconocen porque, como otras muchas, sólo puede verse bajo techo y en un altar. Probablemente, no tenga que esperar demasiado a su Madre, a la que casi verá desde que cruce la puerta de la última del Lunes Santo, atisbando cómo su figura se agranda conforme la luz del sol cae y Ella llena cada recoveco de su recoleto templo.

A partir de ahí, y una vez se cierre la puerta, todos pondremos la vista en el próximo fin de semana, en el que septiembre echará el cierre como se merece, por todo lo alto, y, curiosamente, de nuevo con la Reina de las Mercedes por las calles. Ese será el mejor consuelo posible para un día en el que hubo tanto y a la vez tan poco, que vivimos pendientes de un breve traslado que sirvió de epílogo del día de ayer, pero también de prólogo de lo que debe llegar a partir de mañana. Una vez más, la espera aparece en su máxima expresión, como lo hará dentro de justo 6 meses, cuando sea Sábado de Pasión y contemos las horas para un nuevo Domingo de Ramos.

Estrenando el otoño

Según el Observatorio Astronómico Nacional, hoy, a partir de las 16.49 horas, estrenaremos oficialmente el otoño. De este modo, diremos definitivamente adiós a un verano que ya se nos escapa de entre las manos, pero que no se llevará consigo el aroma a incienso y cofradías de la ciudad. Sobre todo porque antes incluso de que la primera hoja caiga de las copas de los árboles, sin que haya todavía quien haya notado el cambio, tendremos las primeras procesiones paseando por las calles de la capital hispalense.

Algunas llegarán bien pronto y con importantes estrenos bajo el brazo. Por ejemplo, la Virgen de la Pasión, de la asociación cofrade de Las Lágrimas de Pío XII, que saldrá del convento de Santa Isabel sin que se haya consumido siquiera la primera hora de la nueva estación. Lo hará enmarcada en el palio que le ha cedido la hermandad de la Humildad, Amor y Esperanza de la localidad onubense de Cortegana, evocando un Viernes de Dolores que quizás pronto la vea de esta guisa y acompañando a su Hijo, un Nazareno que se reencontrará con Ella pasada ya la medianoche.

De igual modo, en Triana también vivirá su debut la Virgen de las Mercedes, una nueva advocación que llega a la orilla más marinera de la ciudad con la intención de quedarse y que recorrerá prácticamente todos los recodos de El Tardón. Por su parte, la Virgen del Dulce Nombre de La Salle volverá a dejarse ver entre los suyos, devolviéndoles la visita, mientras que en Rochelambert la Virgen de la Merced hará lo propio aunque sin paso, en Rosario de la Aurora. Así, buscando a unas y otras, los cofrades consumiremos el estreno de un otoño que nos sabe a gloria. Sobre todo, porque ya queda una estación menos para tener a la primavera a nuestro lado.

Un santo en Sevilla

El próximo sábado 30, Sevilla recibirá una visita muy especial. Será la de uno de los santos más conocidos por muchos de nosotros, San Juan Bosco, cuyas reliquias arribarán a la capital hispalense con motivo de los actos del bicentenario de su nacimiento, que tuvo lugar en 1815. Por este motivo, está recorriendo la mayoría de las casas salesianas desde hace meses, llegando a nuestra ciudad a primera hora del penúltimo día del mes, cuando se le dará cobijo a partir de las 10.00 horas en la basílica de María Auxiliadora.

Desde ahí irá en procesión, previa parada en el Ayuntamiento y acompañada por la agrupación musical de Los Gitanos, hasta la Catedral, donde el arzobispo presidirá una eucaristía para celebrar tan ilustre momento. Después, se instaurará un oratorio festivo en la plaza Virgen de los Reyes hasta las 16.00 horas. Ya el lunes 1 de octubre volverá a la sede canónica de La Trinidad, desde donde, tras una vigilia juvenil, partirá al día siguiente rumbo a Utrera, donde se fundó la primera casa salesiana de la provincia hispalense.

Así, todo el fin de semana que viene será aún más único e irrepetible si cabe, porque no todos los días se tiene a un santo por estos lares, sobre todo, uno junto al que han crecido centenares de sevillanos desde hace años y que ahora, por una vez, les devolverá la visita. Sin que el calendario se pare en el 25 de mayo, sino justo en los primeros compases de un otoño que tocamos ya con la puntita de los dedos y que tampoco se querrá perder un momento como este.

Martes Santo solidario

La crisis está haciendo que las hermandades se muevan muchísimo más de lo habitual en tareas de caridad. Así, en los últimos días hablábamos de la medida que va a llevar a cabo Pasión, que prescindirá de hacer estrenos para doblar el dinero destinado a esta labor solidaria (recuérdalo aquí). Incluso, y siguiendo esta misma dinámica, el Dulce Nombre de Bellavista hará lo propio para mejorar el servicio que presta en su comedor social (míralo aquí). Pues bien, estas dos corporaciones no serán las últimas en poner en práctica labores de esta índole.

De hecho, todas las del Martes Santo han organizado un certamen de bandas benéfico para el próximo día 20 de octubre, cuya recaudación irá destinada a, entre otros, Proyecto Hombre, la guardería social de Los Pajaritos, el proyecto Fraternitas o la restauración del Convento de San Leandro. Se trata de una iniciativa que se desarrollará en el Parque del Alamillo y que comenzará a partir de mediodía. En ella participarán formaciones musicales como Redención, Santa Cecilia, Encarnación, Cigarreras, Sangre, Sol, Tres Caídas y Cruz Roja, quienes, qué duda cabe, servirán de reclamo más que suficiente para que todo cofrade que se precie acuda a la cita.

Además, durante toda la jornada se pondrá a disposición de los asistentes una barra donde habrá tapas y bebidas a precios populares, dando lugar a un modo más para ayudar a quienes más lo necesitan y casi sin darnos cuenta. Y es que, para esto también sirven las hermandades, no sólo para pasearse y hacer las delicias de todos los capillitas un día al año. Porque, aunque el tiempo nos lo haya robado en estos dos últimos años, existe el Martes Santo, que ahora aparecerá ante nuestros ojos de un modo tremendamente solidario. 

Cuánto hemos cambiado...

Hace unos días, en Radio Sevilla, el Cardenal Amigo Vallejo revelaba una historia desconocida para muchísimos cofrades: él abortó una posible estancia de La Macarena en La Cartuja durante la Expo 92. Al parecer, esa era la intención de la organización del pabellón de la Santa Sede, que tras tantear opciones tan ambiciosas como traer al Moisés de Miguel Ángel, optó por proponer al Arzobispado que la Señora de San Gil presidiese aquel recinto, finalizando así, por todo lo alto, una espiral de obras religiosas que comenzaría con el apostolado de El Greco.

Sin embargo, Amigo no lo vio procedente y ni siquiera llevó la propuesta a la corporación, algo que provocó que nos quedásemos con la duda de saber qué habrían decidido hacer tras el Arco. Aunque, viendo lo que ha ocurrido después, quizás queda claro que todo ha cambiado demasiado y que, en caso de que la primera de la Madrugá hubiese tenido que sopesar lo que hacer, nos habríamos llevado una sorpresa. No en vano, años después, la propia Macarena fue a La Cartuja, a aquella beatificación de Madre María de la Purísima que muchos seguimos pensando que fue una demostración de que esto se nos ha ido de las manos (recuérdalo aquí).

Incluso, hemos asistido al ridículo del 'pasódromo' de la JMJ, donde a Asenjo se le metió entre ceja y ceja que fuese una imagen sevillana, lo hizo la Virgen de Regla y pasó por allí sin que ni siquiera se fijase en Ella el Papa (míralo aquí). ¿Habría permitido lo mismo Amigo? Es probable que, visto su carácter aperturista, exhibido a base de nuevas hermandades, Coronaciones Canónicas y extaordinarias durante sus últimos años, así hubiese sido, aunque ese precedente, revelado ahora, podría plantear alguna que otra duda. Aunque, donde no las hay es en relación a cómo ha influido el paso del tiempo en las dinámicas cofrades y que, ya sea por culpa de unos y otros, es decir, de todos, lo mucho que hemos cambiado.

Se acercan las túnicas a Ciudad Jardín

La vuelta del Consejo a la actividad tras las vacaciones va a llegar con importantísimas novedades. De hecho, en las próximas semanas debe comenzar a tomar cuerpo la que puede y, a priori, debe ser una de las grandes noticias de la Semana Santa de 2013: el nombramiento de la asociación parroquial de La Milagrosa, de Ciudad Jardín, como hermandad de penitencia. Se trata de un rumor que lleva meses circulando por los mentideros capilleriles (recuérdalo aquí), pero que ahora está a punto de poner la directa rumbo a la realidad.

Tanto es así que este tema será prioritario en la próxima reunión del máximo organismo cofradiero, que, salvo sorpresa mayúscula, dará su informe favorable para este cambio de consideración eclesiástica. A partir de ahí, la pelota estará en el tejado de Palacio, donde la corporación de Ciudad Jardín cuenta con una valedor fundamental: el delegado diocesano Manuel Soria. En este sentido, se espera que él haga el resto, convenciendo a Asenjo, si es que no lo está ya, para que dé su visto bueno y apruebe las nuevas reglas de una cofradía que, de este modo, alcanzaría su cénit tras una carrera meteórica.

Cierto es que todavía no hay plazos para que se tome la determinación, y que, probablemente, la cercanía de la Semana Santa podría hacer que todo se demorase un año más, como ya ha pasado en este 2012 con San José Obrero (míralo aquí), aunque, quizás, ese detalle sea, a estas alturas, lo de menos. Porque está claro que es prácticamente inminente que Ciudad Jardín vaya a tener una hermandad de penitencia. Y habrá que ver si en breve no empieza a poner sus ojos en la Catedral, porque opciones hay de sobra como para ir por cercanía con la Seo. Aunque eso ya será otra historia, una que podría comenzar a escribirse en apenas unos meses, cuando se sepa que el Sábado de Pasión ya habrá otra más con nazarenos.

Veinticinco años de capirotes en El Cerro

Este 2012 que empieza a mirar ya de reojo su último trimestre no es un año más en el calendario de la hermandad de El Cerro del Águila. No en vano, la primera del Martes Santo celebra que hace veinticinco años dio su primer paso para poder ocupar ese lugar en la nómina oficial, al convertirse en hermandad de penitencia. Fue allá por 1987, cuando el barrio ya vivía por y para su Virgen de los Dolores y, como quien dice, había comenzado a tomar cariño a ese nuevo Vecino que llegó desde La Macarena, el Señor del Desamparo y Abandono.

A partir de ahí, solo tuvieron que trancurrir dos años para que la cofradía desafiara distancias y osase cometer esa bendita locura de llegar a la Catedral. Muchos dijeron que era poco menos que imposible que lo hiciesen, que, como mucho, realizarían el recorrido tres o cuatro. Ahora, casi un cuarto de siglo después de aquello, sería casi imposible imaginar la Semana Santa sin El Cerro, una hermandad que ha madurado a pasos agigantados, ejemplo de cómo se deben hacer las cosas y de que,mpese a lo que muchos piensan, la modernidad no está para nada reñida con la tradición.

Y es que pocas corporaciones se han sabido ganar el sitio tan bien como esta, que sólo corrió para ocupar el espacio que el destino le tenía reservado y que, con más de 1600 nazarenos, sigue sin perder su forma de ser, yendo poco a poco hacia la incorporación de un tercer paso, el del Señor de la Humildad, que se está planteando sin prisa, pero también sin pausa (recuérdalo aquí). Un nuevo ejemplo de que la ilusión mueve montañas y de que aquel sueño que arrancó a mediados de los cincuenta sigue creciendo, dando sentido al barrio. Ese que vive entre túnicas y capirotes desde hace veinticinco años.

Despedida estival

Último domingo de verano. Hoy, las Glorias se despedirán definitivamente del estío hasta el año que viene, con una jornada de esas que tienen sesión doble, en las que a muchos les gustaría rebatir eso de que "no por mucho madrugar amanece más temprano". Porque, quizás, sí lo haga. Y si no, que pregunten por Alcosa, donde la Virgen de los Desamparados saldrá a las 8 de la mañana, coincidiendo con los primeros rayos de sol, en Rosario de la Aurora. Y será sólo el preludio de lo que ocurrirá por la tarde en pleno centro.

Porque en Sevilla, el final cofrade del verano tiene nombre propio, el de una de las Glorias más clásicas e importantes de toda la ciudad, de esas sin las que sería muy difícil entender siquiera el ciclo letífico. Se trata de la Divina Pastora de Santa Marina, que paseará en loor de multitudes por las calles de la feligresía y entre los sones con los que la agasajarán los músicos de la banda de música de El Sol. Así, dará gusto despedirse de la tercera estación del año, a la que aún le quedarán unos días por delante pero ya sin pasos de por medio.

Y es que la jornada de hoy trae consigo impregnado un importante sabor a despedida, el de ese verano cofrade que, tras el parón obligado de agosto, nos ha vuelto a poner en situación en esta espera que continúa pareciendo eterna. Ya, una vez que la capilla de la calle Amparo cierre sus puertas para dar de nuevo cobijo a su propietaria, al filo de la medianoche, no quedará nada por salir hasta que estrenemos un otoño que está a la vuelta de la esquina y que, curiosamente, vivirá sus primeras horas entre pasos. Como mandan los cánones de Sevilla, porque si no fuese así, al tiempo nadie le haría caso.

El verano se va acabando

Poquito a poco, el otoño va llamando a nuestra puerta. Sabemos que todavía nos queda por delante esa calor del membrillo, el veranillo de San Miguel, pero el estío comienza a despedirse de nosotros como lo hace todo en Sevilla, entre pasos. Porque este último fin de semana de la tercera estación del año viene cargado de cofradías, incienso y marchas, comenzando hoy mismo, con tres procesiones que harán las delicias de tantos y tantos hartibles que continúan contando hacia atrás rumbo a ese 24 de marzo que todavía vemos algo lejano en el horizonte.

De nuevo, serán los barrios los protagonistas. Algunos tan alejados del corazón de la ciudad como Padre Pío-Palmete, donde su Divina Pastora se paseará por sus calles un año más. También lo hará a la vera del río, desde Santa Ana, cambiando su apellido por el de la orilla más marinera de la capital hispalense, siendo igualmente redentora de su rebaño, pero habiendo nacido en Triana. Y, para que no falte de nada, la judería, entre estrecheces y recodos, se llenará de Glorias con la Virgen de la Luz de San Esteban, esa que paliará los efectos de dos años consecutivos en los que la ojiva dentada de su templo quedó huérfana el Martes Santo.

Será sólo el aperitivo de lo que aún  deberá llegar al día siguiente, con las últimas de un verano que, en clave cofrade, comienza a echar el cierre antes de que las temperaturas terminen por confirmarlo. El calendario así lo revela, actuando en complicidad con nuestras ganas de que los meses pasen y nos encontremos, de repente, entre túnicas y capirotes. Todavía queda mucho para eso. Queda que llegue el otoño, pase el invierno y despunte de nuevo la primavera. Pero, de momento, el verano ya se está acabando.

Una reflexión eucarística

Hoy, coincidiendo con la festividad de la Exaltación de la Santa Cruz, cerramos definitivamente el ciclo de procesiones eucarísticas en Sevilla. Será, como siempre, en el barrio de San Bernardo, con la luna como testigo y esa brisilla que delata que el calor, pese a que aún le queda un último arrechucho, comienza a batirse en retirada. Todo creando un escenario único, tan íntimo e irrepetible que se antoja casi imposible que pudiese tener lugar en otro lado o una fecha diferente.

O quizás no tanto, porque ¿sería posible que ocurriese lo mismo en el de la Catedral? Ya se hizo un intento a mediados de los setenta sin demasiado éxito, aunque los últimos acontecimientos revelan que la procesión necesita un cambio de rumbo para no perder adeptos (recuérdalo aquí). Además, teniendo en cuenta que en ocasiones la salida se celebra en fechas en las que el calor causa estragos, no estaría de más probar una vez más en un horario distinto, que sirviese para que hubiese más público y la espera entre paso y paso se hiciese mucho más llevadera.

Incluso, beneficiaría a los traslados posteriores, sobre todo al del Señor de la Cena, que no tendría que emprender el camino de vuelta a casa con el mercurio apretando de lo lindo. Eso sí, el problema estaría en el carácter laborable del día siguiente, aunque, con un poco de voluntad, ese escollo podría salvarse sin demasiados problemas. Por todo ello, la procesión de hoy, además de servirnos como medicina para seguir paliando la espera y regalarnos momentos cofrades de alto calado a cada paso, también debe ser vista como el punto de inicio hacia una reflexión que no estaría de más llevar a cabo.