Desde principios de año parece que la solución al problema de Las Cigarreras y su capilla está más cerca que nunca (recuérdalo aquí). Sin embargo, todavía no se ha hecho oficial a partir de cuando la corporación de Los Remedios podrá tener total independencia de Altadis, algo que en su junta de gobierno esperan que se produzca en el plazo de unos meses. De hecho, su hermano mayor, Claudio Espejo, confía que ya en 2015 puedan hacer uso de los terrenos, cedidos por el Ayuntamiento en virtud de un acuerdo firmado en marzo pero que se encuentran a expensas de una reforma de PGOU que elimine de su redacción que el suelo tiene un uso exclusivamente industrial.
En este sentido, y aunque el pasado junio grupos como Ecologistas en Acción presentaron alegaciones contra el acuerdo, en Las Cigarreras tienen la esperanza de que Zoido cumpla la promesa que les hizo y puedan ser dueños de los terrenos "dentro de las condiciones más favorables que permitiese la ley". No obstante, habrá que esperar a que la Junta dé su visto bueno al PGOU, punto en el que radican los principales miedos de la corporación de Los Remedios, que teme que la guerra abierta entre PP y PSOE pueda dilatar el proceso mucho más de lo estrictamente necesario.
Sea como fuere, lo que sí parece claro es que, salvo sorpresa mayúscula, quedan sólo unos meses para que Las Cigarreras por fin siente totalmente como suya una capilla en la que se ha visto casi de prestado toda su vida, a expensas de lo que decidiera Altadis y llegando incluso a pensar con marcharse de allí para volver a la iglesia de Los Terceros, donde sigue teniendo capilla propia. Sin embargo, el cariño por el que es ya su barrio hizo que la hermandad tirase de paciencia y que, quizás un poco tarde, por fin haya encontrado la solución a su situación que tantísimo estaba buscando. La misma que ahora tiene prácticamente al alcance de la mano.
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