Por fin parece que en el Consejo han decidido tener en cuenta las reclamaciones de las Vísperas. Porque después de varios intentos infructuosos, el pleno penitencial ha decidido dar el visto bueno a la última propuesta de las corporaciones del Viernes de Dolores y el Sábado Santo, que han comprobado que sus peticiones no sólo han sido atendidas, sino también superadas. Porque de los 200 euros que se pedían a cada miembro de la nómina oficial (recuérdalo aquí) se han encontrado con una aportación un 50 por ciento superior, que alcanzaría los 300, lo que haría ascender a unos 1.500 la dotación anual por cofradía.
En este sentido, ha sorprendido que las 'catedralicias' no hayan puesto reparos a la medida, mostrándose incluso más bondadosas de lo esperado. No obstante, desde el Consejo se va a crear una comisión que estudie en profundidad cómo se usan estas subvenciones, a fin de que se ajusten lo máximo posible a la realidad y, de paso, no tengan que ser debatidas de nuevo cada año. Sea como fuere, y al menos de momento, no parece que las Vísperas se planteen a corto plazo una revisión de su dotación, ya que ésta resulta superior a sus expectativas y, además, colma unas aspiraciones que llevaban demasiado tiempo sin ser atendidas.
Es más, cabe pensar que sean las de la nómina oficial las que pudiesen alzar la voz, toda vez que entre su aporte a sus 'hermanas menores' y la merma de los ingresos sus subvenciones han sufrido un recorte de alrededor de 600 euros. Por este motivo, es lógico que se haya visto con buenos ojos un aumento del tres por ciento en el precio de las sillas de la Carrera Oficial de cara al próximo año, una medida que seguro que no sentará nada bien a los abonados, pero que servirá para paliar los efectos negativos de un descenso de ingresos que, a la vez, lleva aparejada una victoria moral de las Vísperas, que por fin empiezan a sentirse como una más dentro de las penitenciales.
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