jueves, 18 de febrero de 2010

Un sueño hecho realidad

Ayer, en el estreno del blog, hablaba de un amanecer en Sevilla, el de la Cuaresma 2010. Hoy, no tengo más remedio que volver a hacerlo de otro, porque, a partir de este año, saldrá el Sol cada Sábado Santo. El pleno de hermanos mayores de las hermandades de penitencia, de manera unánime, aceptó ayer la petición de la corporación del Plantinar que, a expensas del trámite de la dispensa arzobispal que eleve a 60 el número de hermandades de la nómina oficial, ya puede ser considerada como la encargada de abrir la Carrera Oficial en la penúltima jornada de la Semana Santa hispalense.

Finaliza así un largo y duro camino que se inició hace casi 80 años y plagado de dificultades. De hecho, a lo largo de sus primeros años de vida, durante la II República, la corporación, que sólo por entonces una pequeña procesión protagonizada por los niños del colegio Villasís, del centro de la ciudad, hubo de enfrentarse al ambiente anticlerical qúe había provocado el ostracismo de las cofradías durante ese periodo. Después, vendría el destierro a Los Remedios, donde renació convertida en Asociación Parroquial en torno a la imagen actual de la Virgen. Más tarde, su destino fue el barrio de El Plantinar, en el que el párroco de San Diego de Alcalá les negó 'el pan y la sal'. Por ello, y ya como Hermandad de Gloria, tuvo que crear su propio oratorio y 'emigrar' para cada salida procesional a la iglesia de las Salesianas de Nervión.

Sólo con el cambio de siglo pareció cambiar el rumbo de los acontecimientos. Se acabó el exilio forzoso de la parroquia del barrio, llegó la imagen del Varon de Dolores y, pronto, se convirtió en Hermandad de Penitencia, llevando los nazarenos de ruan verde a las calles de El Plantinar. Ahora, tras solventar la construcción de una capilla propia desde la que realizar la salida (en lugar de la tradicional carpa que se ha venido utilizando hasta ahora), el Sol se convierte en cofradía del Sábado Santo, poniendo punto y seguido a una historia que, de momento, tiene el final más feliz de los posibles.

Y es que precisamente eso, historia, es lo que rezuma por todos lados esta hermandad. Su estética decimonónica, presente en las túnicas de sus nazarenos, su palio de caoba, la ráfaga y la media luna a los pies de la Virgen, la Sacra Conversación entre ésta, San Juan y la Magdalena, el carácter alegórico de su imagen cristífera... ¡y habrá quien diga que es una corporación nueva e innovadora! como también los hay que critican que las bambalinas del palio sean pintadas en lugar de bordadas (según ellos, para ahorrar tiempo en la terminación del paso) o que el de cristo no porte una imagen pasionista al uso. Excusas varias y sin sentido que intentan cerrar el paso a una hermandad que por derecho propio se ha ganado el derecho de abrirlo el Sábado Santo. Si les hubiesen dicho a aquellos niños cómo iba a acabar aquella aventura hace casi 80 años... seguro que soñaban con ser una cofradía y lo mejor es que, como dicen, "lo mejor de los sueños es que pueden terminar haciéndose realidad". Menos mal. 

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