sábado, 15 de septiembre de 2012

El verano se va acabando

Poquito a poco, el otoño va llamando a nuestra puerta. Sabemos que todavía nos queda por delante esa calor del membrillo, el veranillo de San Miguel, pero el estío comienza a despedirse de nosotros como lo hace todo en Sevilla, entre pasos. Porque este último fin de semana de la tercera estación del año viene cargado de cofradías, incienso y marchas, comenzando hoy mismo, con tres procesiones que harán las delicias de tantos y tantos hartibles que continúan contando hacia atrás rumbo a ese 24 de marzo que todavía vemos algo lejano en el horizonte.

De nuevo, serán los barrios los protagonistas. Algunos tan alejados del corazón de la ciudad como Padre Pío-Palmete, donde su Divina Pastora se paseará por sus calles un año más. También lo hará a la vera del río, desde Santa Ana, cambiando su apellido por el de la orilla más marinera de la capital hispalense, siendo igualmente redentora de su rebaño, pero habiendo nacido en Triana. Y, para que no falte de nada, la judería, entre estrecheces y recodos, se llenará de Glorias con la Virgen de la Luz de San Esteban, esa que paliará los efectos de dos años consecutivos en los que la ojiva dentada de su templo quedó huérfana el Martes Santo.

Será sólo el aperitivo de lo que aún  deberá llegar al día siguiente, con las últimas de un verano que, en clave cofrade, comienza a echar el cierre antes de que las temperaturas terminen por confirmarlo. El calendario así lo revela, actuando en complicidad con nuestras ganas de que los meses pasen y nos encontremos, de repente, entre túnicas y capirotes. Todavía queda mucho para eso. Queda que llegue el otoño, pase el invierno y despunte de nuevo la primavera. Pero, de momento, el verano ya se está acabando.

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