viernes, 7 de septiembre de 2012

Entre todos la están matando

En estos días, Santa Catalina estaba de aniversario. Se cumplían 100 años desde que el templo fue declarado como Monumento Nacional, mientras su restauración continúa prácticamente parada (recuérdalo aquí). No en vano, la iglesia lleva cerrada desde 2004, y aunque algunos plazos hablan de que en podría volver todo a la normalidad, el escepticismo sigue siendo la nota dominante. La situación sigue pendiente de movimientos que llegan a cuentagotas y de unas aportaciones que van apareciendo en plan cofrade: muy poquito a poco, demasiado.

La última, la de un Arzobispado que está dispuesto a poner sobre la mesa alrededor de 1,1 millón de euros, aunque, eso sí, sin urgencias, ya que, a su juicio, "no hay riesgo inminente de derrumbe". Esta idea contradiría a lo expuesto por los peritos hace relativamente poco, por lo que, una de dos: o Asenjo tiene más conocimientos de arquitectura y conservación que los profesionales o que, como todo parece indicar, intenta justificar una aparición en escena que ha sido demasiado tardía e incomprensible.

El caso es que lo único que está claro es que el tiempo pasa y, entre la crisis, su situación y la tardanza de los trabajos, hay quienes, incluso, empiezan a pensar que el templo no volverá a abrir las puertas jamás. Parece que el hecho de que sea Monumento Nacional, centro devocional de un barrio, Bien de Interés Cultural e historia viva de la ciudad no tienen la mayor importancia, ya que todos se están dejando ir demasiado. Y es que, al final, se limitarán a decir que ella solita se murió, obviando que fue entre todos como la mataron.

No hay comentarios:

Publicar un comentario