La lluvia en este 2012 nos ha hecho mucho daño. No en vano, justo cuando esperábamos poder resarcirnos de una Semana Santa de 2011 que fue, sencillamente, para olvidar (recuérdalo aquí), el líquido elemento nos volvió a robar gran parte de los días grandes (míralo aquí), haciéndonos ver que, por momentos, hasta los malos presagios podían ser aún peores. Sobre todo, porque esta vez, incluso nos quedamos sin parte de las Vísperas, concretamente sin un Viernes de Dolores que sólo tuvo retazos de normalidad, muy leves y breves, en Pino Montano, San Pablo, Pío XII y Bellavista (leelo aquí).
No obstante, en este último barrio tendrán opciones de resarcirse, aunque sea mínimamente, hoy mismo, cuando su Virgen del Dulce Nombre pasee por las calles en un Rosario Vespertino. Obviamente, no será lo mismo, puesto que faltará su Hijo de la Salud y Remedios, ese olor a azahar y los nazarenos más nazarenos de toda Sevilla. Pero, salvo sorpresa monumental, no habrá que estar pendientes de las nubes y de cómo evolucionan los vientos. Toda la atención podrá estar puesta en Ella, que sólo pudo estar junto a sus vecinos un par de horas el pasado Viernes de Dolores.
Por ello, y aunque este culto pueda verse como un anticipo de lo que llegará en poco más de seis meses, tendrá un sabor distinto al tradicional, desarrollándose del mismo modo íntimo, pero con mayor carga sentimental. Hay ganas de Semana Santa y eso se nota a cada paso, pero sobre todo en zonas que, por mor de la lluvia, se quedaron huérfanas de cofradías cuando agotábamos las últimas horas de marzo. Ahora, con el verano haciendo la maleta, un Rosario nos lleva de la mano al pasado y también al futuro, aunque siempre sin perder de vista el presente, ese que pasa ineludiblemente por una Virgen del Dulce Nombre que hoy sí podrá devolver la visita a sus vecinos.
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