miércoles, 2 de enero de 2013

Al modo sevillano

Todavía no nos hemos dado cuenta del todo del cambio del año, que 2012 quedó definitivamente atrás y tenemos por delante todo un 2013 que disfrutar y, de nuevo, las calles de Sevilla olerán a incienso. Concretamente, las del centro, que entre muchedumbres que caminan cargadas de bolsas de plástico en busca de los últimos regalos verán la primera procesión de las muchas que disfrutaremos a lo largo y ancho de este nuevo calendario, la de un Niño Jesús que dejará por unas horas el pesebre para visitar la capital hispalense y, de paso, dar pistas de dónde está a los Reyes Magos.

Se trata de una costumbre que cada vez tiene más arraigo por estos lares, que tiene a la hermandad de El Valle como precursora y que, casi de improviso, es capaz de despertar una sonrisa en los labios de quienes, ya sea de forma premeditada o fortuita, se topen con ella. Una procesión de niños que se desmarca de las otras muchas por el estilo que tendrán lugar allá por mayo, que multiplicará los "ya queda menos" sin esfuerzo ni buscarlo. Uno de esos detalles que dejan muy claro que el tiempo avanza, que las Navidades encaran ya su recta final y, aunque a cierta distancia, la Cuaresma ya está esperando su turno.

Pero, más allá de todo eso, se trata del estreno del año con todas las de la ley, al modo sevillano, pendiente de una imagen que pasea a cielo abierto por puntos que dentro de algo menos de tres meses estarán abarrotados de túnicas y capirotes. Porque con este Niño Jesús la capital hispalense demuestra que sus intenciones no han cambiado por mucho que se haya renovado el calendario, que todo sigue igual, intacto, buscando como siempre a la gente que se arremolina en torno a un paso. Y que estamos tan sólo a 2 de enero, pero no son pocos los que ya sueñan con un nuevo Domingo de Ramos.

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