Y ahora, la Precuaresma

El Día de Reyes en Sevilla tiene una significación especial. Una importancia que trasciende lo que nos dicta el calendario, más allá de las cabalgatas de los barrios y, por supuesto, de los regalos, en el ambiente flotará algo distinto, una brisilla que hará volar nuestra imaginación casi tres meses hacia adelante, rumbo a un Domingo de Ramos que cada vez vemos más cerca. Porque hoy, además de despedirnos del todo de las Navidades, arranca una nueva etapa de la espera, la penúltima, la Precuaresma.

De hecho, estamos a tan sólo siete días de que empiecen los carnavales en Cádiz, con la clásica erizada que dará paso, tan sólo 24 horas después al inicio del concurso de agrupaciones en el Falla. Y ya se sabe, cuando en la 'Tacita de Plata' suenan las cajas y los pitos de caña es que a la capital hispalense poco le falta para empezar a soñar con túnicas y capirotes. Es más, incluso en unas semanas veremos el primer Vía Crucis por nuestras calles, el del Señor de la Buena Muerte de La Hiniesta, pregonándonos que todo cambiará en cuanto nos demos cuenta de que llegamos a febrero. Por no hablar de las igualás y los ensayos que, poco a poco y siempre de frente, nos irán poniendo en situación.

Por tanto, a partir de ahora nos moveremos en esa tierra de nadie que comenzará con sonidos que llegan de fuera y que, poco a poco, se irán trasladando en clave capirotera al pie del Guadalquivir según avance el calendario. Todo, hasta que el 13 de febrero llegue un nuevo empujón de la mano de un Miércoles de Ceniza que quite el prefijo a esa Precuaresma que se convertirá en Cuaresma y en la que el tiempo volará entre cultos externos, preparativos y noticias cofrades. Aunque, para eso, todavía falta. Queda una penúltima fase que hoy arranca, de colecciones de periódicos y "ya queda menos" que irán multiplicándose con el paso de los días. Y es que seguimos consumiendo cartuchos y tras las Navidades volvemos hacer cuentas y vemos que cada vez es menos lo que nos falta.