En todos sitios cuecen habas

Mucho, muchísimo nos hemos quejado en esta humilde bitácora de cómo monseñor Asenjo está gestionando los asuntos relacionados con las cofradías desde que asumió su cargo al frente de la Archidiócesis hispalense. Es más, en numerosas ocasiones hemos aludido a las diferencias existentes en relación a otras provincias, donde se ha disfrutado de más manga ancha para realizar procesiones extraordinarias o actos similares. Sin embargo, en los últimos días se ha producido una noticia que, cuanto menos, rebate esta teoría, dando lugar a un panorama parecido al que hemos tenido por estos lares últimamente o, incluso, peor si tenemos en cuenta los últimos acontecimientos.

Y es que el obispo de Huelva, José Vilaplana, ha abortado la posibilidad de que se organizase un Santo Entierro Grande en la capital onubense con motivo del Año de la Fe. En este sentido, poco o nada ha importado que Sevilla vaya a tener un Vía Crucis Magno el próximo 17-F (recuérdalo aquí) o que en Jerez se convierta en mayo en el escenario de una Macroprocesión Mariana (míralo aquí), ya que la cabeza visible de la Iglesia en esta localidad andaluza no lo ha visto pertinente. Ha dado igual que el Consejo tuviese el apoyo mayoritario de las juntas de gobierno, ha pesado de nuevo la importancia de la Vigilia Pascual (esa a la que, se pongan como se pongan nunca ha ido, ni va ni irá nadie), defectos de forma como que debía ser el Viernes Santo y no el Sábado Santo (si nos ponemos puntillosos en aspectos así habría que desmontar por completo los días grandes) o aspectos similares.

De nuevo, la Iglesia va por un lado y las hermandades por otro, aunque parezca que, en principio, ambas busquen satisfacer intereses comunes. Inaudito. Después vendrán desde Palacio diciendo que ambas debe ir de la mano y que una forman parte de la otra, mientras que cuando hay propuestas destinadas a avanzar en esa dirección, sorprendentemente, se les da la espalda, algo que en los últimos años pensábamos que sólo ocurría en la Sevilla de Asenjo, inconscientes, tal vez, de que, como reza el refranero "en todos sitios cuecen habas". Y anda que es mentira...