lunes, 28 de enero de 2013

Un traslado para arrancar la semana

Este lunes vendrá disfrazado de fin de semana. No tanto hasta que caiga la noche, ya que todo transcurrirá con normalidad, como cualquier jornada laborable, pero sí al caer la noche. Será entonces cuando la calle Feria adquiera innegables tintes cofrades con una vuelta a casa que nos servirá para inaugurar con un gran sabor de boca esta nueva semana en la que dejaremos definitivamente atrás el mes de enero y nos encontraremos de frente con un febrero que por estos lares se convierte prácticamente en sinónimo de Cuaresma.

A ella llegará ya en su capilla el Señor de la Sagrada Oración en el Huerto de Montesión, que esta noche recorrerá sobre andas la distancia que separa la iglesia de San Martín, donde ha celebrado sus cultos anuales, de su sede canónica en la antigua plaza de los Carros. No estará mucho tiempo en la calle, pero sí el necesario para confirmar, una vez más, que seguimos avanzando hacia esa recta final de la espera que tiene nombre propio y en la que los preparativos nos llevarán de la mano hasta ese estallido de túnicas y capirotes por la ciudad que también servirá como comité de bienvenida a la primavera.

En este sentido, el azar ha querido que todo tenga lugar justo dos meses antes de un Jueves Santo en el que esperamos volver a ver a esa misma talla acompañada por todo su misterio y precediendo en loor de multitudes al palio de su Madre del Rosario. Aunque para que eso ocurra (ojalá la meteorología no lo impida por tercer año consecutivo) aún queda tiempo y alguna que otra etapa más que cumplimentar. La primera, la que hoy llegará cuando la luna se asome a su balcón y vea, aunque sea lunes, que hay bulla e incienso por las calles, acompañando en su vuelta a casa al Señor de la Sagrada Oración en el Huerto de Montesión.

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