Antes de que acabe el mes de enero, viviremos una vuelta a casa que llevamos mucho tiempo esperando y que, por unos motivos u otros, se está demorando más de lo inicialmente previsto. Se trata de la del Señor de la Expiración de El Museo, que volverá al culto tras la profunda restauración a la que se ha visto sometido en el IAPH para recuperar todo su esplendor (recuérdalo aquí). En este sentido, y aunque se pensaba que en noviembre la talla iba a estar de nuevo junto a su Madre de las Aguas, los trabajos se han extendido un par de meses más, aunque, a estas alturas, se encuentran prácticamente finiquitados.
Por este motivo, ya se está planteando cómo se llevará a cabo el recibimiento a la imagen, que, por unas horas, hará más honor que nunca al sobrenombre con el que se conoce popularmente a su hermandad. No en vano, su primera parada será en el Museo de Bellas Artes, donde estará expuesto durante unos días, antes de volver a ser entronizado en su capilla. Cabe recordar, que la actual pinacoteca fue anteriormente iglesia del convento mercedario, donde la talla de Marcos Cabrera llegó a coincidir con el Señor de Pasión durante los siglos XVI y XVII.
Sea como fuere, lo cierto es que, aunque sea de manera efímera, podremos ver una imagen que dificilmente pueda volver a repetirse, de nuevo en el futuro, en la que además de festejar el regreso a casa de una de las imágenes más significativas de nuestra Semana Santa, tendremos la oportunidad de admirarla en un marco incomparable y del que lleva su nombre a gala. Y es que, en pocas fechas, el Señor de la Expiración será más de El Museo que nunca, justo a la vez que Sevilla recupera para siempre su serpenteante figura.
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