En una Sevilla si salidas extraordinarias y en la que, incluso, el Arzobispado empieza a hacer recortes en los Vía Crucis (recuérdalo aquí) todavía quedan resquicios que nos permitan vivir momentos históricos e irrepetibles, pequeños brotes verdes cofrades. Como por ejemplo, dentro de una semana en Juan XXIII, un barrio que volverá a vivir en sus calles la Cuaresma de un modo diferente, como hacía más de una década que había dejado de hacerlo. Porque en apenas seis días, verá pasear por allí a su Nazareno.
Se trata del Señor del Poder, obra de Manuel Hernández de León y titular de la hermandad de Gloria de la Virgen de la Anunciación. Una imagen que dejó de salir en 2001, puesto que a partir de entonces la junta de gobierno de la corporación decidió que su Vía Crucis anual fuese de carácter interno, recorriendo sólo las naves del templo en el que reside. Sin embargo, en este 2012 la situación será diferente, puesto que el actual mandamás de la cofradía, Luis Antonio Castejón, ha confirmado que el Cristo volverá poder oler el azahar de los naranjos de la zona, que entre esta estampa y la mezcla con el incienso harán que, por unas horas, parezca casi Semana Santa.
Además, al tratarse de un culto recogido en sus reglas, Asenjo no puede decir nada, ya que lo único que cambia es que se realizará de puertas hacia afuera en lugar de hacia adentro. Por tanto, qué duda cabe que en puntos como Torreblanca mirarán con envidia esta situación que, por otra parte, también tapará un vacío que desde hace años se vivía en Juan XXIII. Porque las Glorias, con la Virgen de la Anunciación, ya estaban cubiertas, pero aún quedaba que pasase lo mismo con la vertiente pasionista. Ahora, el Vía Crucis del Señor del Poder pondrá la primera piedra para que así sea. Quién sabe si dentro de unos años ya no hablaremos de piedra, sino de un camino...
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