Anoche, en la calle Sol pudimos ver una vez más que la Semana Santa está ya más cerca que nunca. Porque en apenas unas horas, el Jueves Santo y Domingo de Ramos comenzaron a tomar forma en Los Terceros, poniéndonos ante nuestros ojos una nueva señal más de que la espera está agostando por fin sus últimos compases; que por mucho que se resista y la cuenta atrás aún necesite dos dígitos que nos separan de ese día en el que a quien no estrena se le caen las manos, ya podemos casi tocar nuestro sueño con la yema de los dedos.
No en vano, la única de nuestras cofradías 'exiliadas', La Exaltación, cambió ayer San Román, desde donde lleva esperando los últimos 8 años que resucite Santa Catalina, por el templo desde el que realizará, como viene isendo ya costumbre, su estación de penitencia, Los Terceros. Fue en un acto corto y sencillo, en el que los hermanos de la corporación llevaron en andas a sus titulares por una calle que la próxima vez que la vean será mirando de reojo y sobre sus pasos. Pero no fue lo único que observaron...
Porque al poco, sus vecinos de La Cena subieron al misterio a todo el apostolado, dando un nuevo empujoncito al tiempo para que parezca que está aún más cerca el Domingo de Ramos. Y así, entre preparativos, en la frontera con el otrora 'Moscú Sevillano', la ciudad dio una nueva chicotá hacia la primavera, rumbo a ese despertar que cada año viene entre palmas, bullas, capirotes y pasos. Como quien no quiere la cosa, la Cuaresma empieza a despedirse de nosotros y la hoja de marzo ya tiembla en el calendario... qué mejor momento para mirar adelante con toda la ilusión del mundo, sabiendo que lo más bonito es lo que queda por contar, no lo que ya hemos contado. Ni siquiera nosotros, que con esta ya llevamos 700 actualizaciones a vuestro lado.
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