lunes, 26 de marzo de 2012

Un Pregón sin trampa ni cartón

Ignacio Pérez Franco no ha engañado a nadie. Anunció que su Pregón iba a ser clásico y así ha sido, mezclando la prosa con el verso, desgranando una a una todas las grandes devociones de la ciudad, regalándoles bellísimas poesías que arrancaron hasta en veintiocho ocasiones los aplausos del respetable. Pero, más allá de eso, el del ex hermano mayor de El Baratillo fue un texto excesivamente largo, de más de dos horas de duración y que, por momentos, llegó a hacerse algo tedioso.

Pese a ello, fue una disertación basada en las virtudes teologales: la Fe, la Esperanza y la Caridad; salpicado de detalles vinculados a la actualidad cofrade, como el robo que ha sufrido la hermandad de Las Siete Palabras o la visita de la Virgen de Regla a Madrid con motivo de la JMJ, y con un marcadísimo carácter mariano, puesto que no paró de hacer referencias a las dolorosas de la ciudad. De igual modo, se limitó a analizar sólo la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, sin entrar en valoraciones políticas o morales, aunque con un especial aire 'Baratillero'.

Con todo, su anuncio de los días grandes se ajustó a la perfección a lo que él mismo avanzó hace unos días, sin trampa ni cartón. Dejándonos para la posteridad una frase, la del inicio, que resume a la perfección lo que muchos hemos sentido en esta cuenta atrás a la que cada vez le quedan menos dígitos. Porque, parafraseando su texto, "hace ya tanto que te esperábamos, que imaginamos que nunca llegarías, que aquello que soñábamos no existía...". Ahora, tras su Pregón, sabemos que todos nuestros anhelos ya están a punto de hacerse realidad, porque en tan sólo unos días los "ya está aquí" cambiarán por un "ya es Semana Santa".

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