martes, 6 de noviembre de 2012

Entre el sueño y el deseo

El pasado fin de semana, en Heliópolis, pudimos disfrutar de una imagen única y que, a buen seguro, muchos hermanos de La Misión sueñan con que se convierta en habitual a medio plazo: la Virgen del Amparo bajo palio. Y es que la titular mariana de la corporación claretiana fue colocada de esta guisa durante su anual besamanos, haciendo un guiño al futuro y desenterrando una vieja aspiración que la cofradía del Viernes de Dolores comienza a tener cada vez en cuenta, sobre todo ahora, en vísperas de la bendición de una nueva casa hermandad que, incluso, podría convertirse en su sede canónica no dentro de mucho (recuérdalo aquí).

De momento, todos hemos podido ver cómo quedaría gracias a la colaboración de la Sacramental de Tomares, que ha cedido el palio; Montesión, que ha aportado sus antiguos varales; El Santo Entierro, a quien pertenecen la saya y los ropajes de los libreas; La Paz, que ha puesto la peana, y El Sol, que ha prestado la corona de su Virgen. Todo para que no faltase de nada a una Virgen que sueña con procesionar así por las calles de su barrio y, por qué no, incluso rumbo a la Catedral, aunque a día de hoy las cosas no estén demasiado fáciles (míralo aquí).

El caso es que, hasta que llegue la hora, tendremos que contentarnos con lo visto en estos días, en los que muchos han descubierto a esta hermosísima Virgen que pasa desapercibida en el misterio de La Misión y que, por méritos propios, podría abandonar a su Hijo para seguir pasos desde la distancia entre bambalinas. Un sueño y un deseo que cada vez va ganando más fuerza por Heliópolis, donde comienzan a cansarse de esperar a entrar en la nómina oficial y ya empiezan a mirar para otro lado. Y es que, ¿quién puede apartar la mirada cuando se tiene cerca un palio?

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