lunes, 19 de noviembre de 2012

Un año de amarillo y azul

Sin duda, este 2012 pasará a la historia teñido de amarillo y azul, colores distintivos de los colegios de La Salle. No en vano, este año, además de la salida de la hermandad de La Resurrección, que dio sus primeros pasos en el centro de la calle San Luis, la congregación de Hermanos de las Escuelas Cristianas ya vivió un momento inédito allá por el mes de mayo, cuando por primera vez paseó por las calles su Patrón, San Juan Bautista de la Salle (recuérdalo aquí). Y dentro de dos semanas, coincidiendo con el puente de la Inmaculada, llegará otro momento único e irrepetible.

Porque la Virgen de esa advocación, bajo la cual se ampara el nombre de su colegio de La Purísima será la que presida la Vigilia que se celebrará en la Catedral entre los días 7 y 8 de diciembre, lo que permitirá que toda Sevilla tenga una oportunidad de oro para conocer una talla ante la que han orado tantas y tantas generaciones de escolares. Por este motivo, toda la comunidad lasaliana, incluida la del centro de Felipe Benito, está organizando los actos como se merecen, con la intención de celebrarlo por todo lo alto, comenzando el día 30, cuando la imagen será trasladada en andas a Santa Marina.

Después vendrán los traslados de ida y vuelta al templo metropolitano, donde no faltará ni uno sólo de los alumnos que aprenden a ser personas en los centros de la congregación. Así, tras años como espectadora casi muda de todo lo que sucedía en clave cofrade en la ciudad, la familia lasaliana ha dado el paso al frente y ha demandado su papel protagonista. Puede que sea sólo por este año, aunque bien podría ser sólo el pistoletazo de salida para reclamar su sitio. El caso es que, a estas alturas, ya nadie duda de que dos grandes noticias capilleriles de este 2012 han llegado teñidas de amarillo y azul, los colores de La Salle.

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