Hoy estamos a tan sólo 4 meses de un nuevo Domingo de Ramos. Utilizando el símil universitario, nos enfrentamos al último cuatrimestre de la espera, a una recta final a la que todavía le quedan los últimos coletazos de unas Glorias a las que les da pereza abandonarnos. Algunas, saliendo desde puntos emblemáticos de la ciudad y que, curiosamente, cuando los capirotes vuelvan a campar a sus anchas por las calles volverán a acaparar protagonismo entre bullas y crujidos de madera, como en la rampa del Salvador.
Precisamente allí, estará de nuevo presente esta tarde, aunque con un tamaño mucho menor al habitual. Servirá de pasarela de oro para la penúltima procesión que saldrá de las entrañas de la colegial antes de que cambiemos el calendario. Se trata de la Virgen del Prado, que en su pequeña figura sintetizará todo el sabor cofrade que aún rezuma un centro que, poco a poco, se va preparando para la llegada de la Navidad. Según avance, entre sones de agrupación que la banda de metales de Santa Cecilia harán distintos en cada interpretación, muchos disfrutaremos del presente teletransportándonos mentalmente al futuro, pensando en lo que habrá de llegar en ese mismo punto y dentro de muy poco.
Porque igual que hoy una recoleta talla mariana será la que acapare todo el protagonismo en uno de los puntos más emblemáticos de la capital, dentro de 4 meses serán largas filas de nazarenitos blancos los que tomen el relevo, precediendo a una Borriquita que nos recordará que todo ha empezado de nuevo. Aunque todavía quedan los últimos retazos letíficos para pensar sólamente en ello. Algunos tan bellos como el de esta tarde, entre incienso, junto a la rampa del Salvador y a la vera de la Virgen del Prado.
.gif)
No hay comentarios:
Publicar un comentario