viernes, 2 de noviembre de 2012

Todos miran y nadie dice nada

La crisis y, por qué no decirlo, el despilfarro de unos pésimos gestores están a punto de llevarse por delante a Giralda TV. De momento, la emisora pública local ha reducido su programación a la mínima expresión, limitándose a repetir programas antiguos, evitando hacer otros nuevos y aprovechando esta tesitura para sanear unas cuentas que se encuentran en coma casi irreversible, merced a un expediente de disolución en el que lo prioritario es saldar deudas con los acreedores, aunque ello traiga consigo la destrucción de decenas de puestos de empleados que purgarán con sus problemas lo mal que lo han hecho unos directivos que, como siempre, se irán de rositas.

En cualquier caso, este panorama tiene también importantes repercusiones cofrades. En primer lugar, porque se suspende la emisión de 'Tramo a Tramo', presentado por Pedro Domínguez, por no hablar de que el programa concurso 'Mediatrix' no conocerá una nueva temporada. De igual modo, Juan Ignacio Zoido ha comentado que la idea es intentar subsanar el problema económico de la cadena antes de que finalice el primer trimestre de 2013, a fin de que pueda a volver a retransmitirse una vez más la Semana Santa, algo en lo que esta cadena, teniendo en cuenta sus anteriores nomenclaturas y versiones, es la decana.

Sea como fuere, la situación parece crítica y, mucho esperamos equivocarnos, casi sin posibilidad de solución, ya que el problema viene de lejos y, en lugar de ir mejorando, los síntomas han ido siempre a peor. Por tanto, parece que, salvo milagro, Sevilla va a perder una ventana a sí misma, en la que por encima de todo se tendrá que lamentar la destrucción de empleos, pero que también deja a la ciudad sin un servicio público que en momentos clave como la Semana Santa llevaban a muchos algo que no podrían disfrutar de otra manera desde sus casas y hospitales. Queda el consuelo de que sigue viva Tele-Sevilla y que 20TV, poco a poco, va ganando fuerza como alternativa. Pero la hermana mayor de las locales parece estar a punto de decirnos adiós y, como en casi todo, aquí todo el mundo mira y nadie dice

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