Primer sábado de noviembre y, una vez más, comenzamos el fin de semana al modo en el que estamos acostumbrados, entre bullas y pasos. En este caso, con dos procesiones que tendrán a otros tantos barrios como protagonistas, regalándonos ambiente cofrade cuando, poco a poco, empezamos a vislumbrar la recta final de un nuevo año e, incluso, la de las propias Glorias, que, quizás para afrontar el último tirón con fuerzas renovadas, se tomarán cumplido descanso hasta dentro de siete días, cuando regresen rebosantes de clasicismo en la calle Feria y la Magdalena.
Así, hoy los cofrades tienen una cita obligada en Torreblanca, donde procesionará la Virgen de Esperanza y Caridad, tras haber suspendido su salida del pasado sábado por culpa de una meteorología tan cambiante como desesperante. De este modo, será esta tarde cuando pueda celebrar por todo lo alto su XV Aniversario, saliendo de una parroquia de San Antonio de Padua que, como toda Sevilla, tendrá la vista puesta en lo que ocurrirá dentro de unos meses desde ese mismo punto, cuando la hermandad de Los Dolores vuelva a iniciar su paseo por su barrio y nos encontremos a tan sólo unas pocas horas de un nuevo Domingo de Ramos.
También sabor a Vísperas habrá en San Leandro, en plena barriada del Carmen. Allí, una vez más, noviembre adquirirá tintes pasionistas gracias al Señor de la Bondad, un Nazareno que es todo un clásico por estas fechas y que muchos no paran de preguntarse cuándo podrá volver a procesionar el Viernes de Dolores, como ya hizo una vez antaño. Todo dependerá de lo que diga en un futuro Palacio. De momento, Él sigue a lo suyo, caminando con paso firme, siempre de frente y sin importarle que sea despacio. Como nos ocurre a nosotros, que vemos como al calendario ya le quedan menos hojas por delante, aunque nos sobren ganas de seguir disfrutando.
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