viernes, 9 de noviembre de 2012

Lo extraordinario dentro de lo ordinario

A estas alturas, y teniendo en cuenta todo lo que se está hablando del Vía Crucis Magno del próximo 17-F, sobre el que especulamos ayer, no cabe la menor duda de que el 2013 va a ser muy especial. Por un lado, por los actos que tiene preparado el Arzobispado (recuérdalo aquí), pero también por las decisiones que pueden tomar, de manera unilateral, las hermandades de la capital y la provincia para conmemorar por todo lo alto el Año de la Fe. En este sentido, durante los últimos días hemos conocido una, cuanto menos, curiosa, que tendrá como protagonista a la corporación de la Vera+Cruz de Benacazón.

Y es que la cofradía ha optado por cambiar la banda de cornetas y tambores que acompaña a su cristo por un grupo de capilla, a fin de hacer mucho más solemne la estación de penitencia de un cortejo que lleva a sus espaldas más de cinco siglos de historia. Es más, incluso, su junta de gobierno ha hablado de la posibilidad de introducir modificaciones sus filas nazarenas para dar mayor importancia si cabe a la efeméride, dando así un tono mucho más solemne y religioso a su salida, lo que engarzaría con las intenciones del mismísimo Vaticano y que aquí en Sevilla capital hicieron que nos quedásemos sin Santo Entierro Grande para que la gente celebrase la vigilia pascual en los templos en lugar de estar en las calles viendo pasos.

Por tanto, el próximo Jueves Santo, siempre y cuando el tiempo no lo impida, será muy diferente a lo habitual en Benacazón, ofreciendo una escena que partirá de lo de siempre pero a la vez será original y casi irrepetible. Quién sabe, puede que hablemos de un cambio de rumbo en esta corporación; o que incluso, aunque parezca menos probable, que sirva de ejemplo para que otras hermandades decidan hacer algo parecido, celebrando de un modo singular este 2013, haciendo que lo extraordinario conviva dentro de lo ordinario.

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