lunes, 22 de abril de 2013

¿Música para La Soledad de San Lorenzo?

En mitad de la pasada Cuaresma, y pasando casi desapercibida entre toda la vorágine de preparativos de la Semana Santa, se coló un comentario de un hermano mayor que podría dar lugar, a medio plazo, a un cambio tremendamente importante en una de nuestras cofradías. Se trata de La Soledad de San Lorenzo, donde según el cabeza visible de su actual junta de gobierno, José Ramón Pineda, podría barajarse la inclusión de una banda de música acompañando a su paso el Sábado Santo, algo que hasta hace relativamente poco parecía impensable en el seno de la que, según algunos puristas, es la hermandad que pone el broche de oro a los días grandes.

Se trataría de una medida para la que no hay definida ninguna hoja de ruta, pero que sí se tiene en mente. En cualquier caso, sólo se llevaría a cabo previa consulta a los hermanos de la corporación, que tendrían que decidir si quieren seguir como hasta ahora o, en su defecto, optar por un repertorio de corte fúnebre (similar al que llevan la Piedad de Los Servitas o La Soledad de San Buenaventura) para ir junto a su titular mariana por las calles de la ciudad. Sea como fuere, la actual cúpula decisional de la cofradía es consciente de que hay posturas muy distantes entre sus hermanos en relación a este tema, razón por la cual no hay prisa alguna por acelerar este proceso que, en cualquier caso, parece estar ya en marcha.

De llegar a buen puerto, la Reina de San Lorenzo sucedería a la Virgen de la Merced de Pasión (que a la cuarta pudo en este 2013 estrenarse con música) en cambiar el silencio por una banda acompañándola, si bien es cierto que este proceso se antoja mucho más complicado que en el Salvador. El tiempo dirá si se queda sólo en una iniciativa de tantas que se lanzan y después se pierde en la memoria o si, por el contrario, tiene visos de salir adelante. Lo que sí queda claro es que en la última del Sábado Santo hay movimientos y que a medio plazo podríamos llegar a ver a la Soledad como quizás muy pocos hubiésemos imaginado.

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