Un pregón descafeinado

Hoy, aunque no lo parezca, inauguraremos en ciclo de las Glorias. Será como siempre, con el Pregón, que tendrá como escenario la Catedral y será pronunciado por uno de los grandes jóvenes valores de la oratoria cofrade hispalense: Antonio Gila. Sin embargo, todo parece más descafeinado de costumbre, como si en realidad no pasase nada. Primero, por la fecha, con la hoja de abril todavía mirándonos fijamente desde el calendario y recordándonos que aún restan tres días para que estrenemos el mes de mayo. Pero también, porque ni ayer por la tarde ni hoy, ni siquiera mañana, tendremos pasos por las calles que delaten que Sevilla vuelve a ser la 'Tierra de María Santísima'.

Y eso que, a priori, esta vez debía ser más especial si cabe. Inicialmente, el hecho de que estemos en el Año de la Fe iba a hacer que la Virgen de los Reyes procesionase en la mañana de hoy por los alrededores de la Seo, en Rosario de la Aurora. No obstante, los problemas de agenda de Asenjo, que tiene una cita inexcusable en León, ha motivado que este acto se aplace hasta el 11 de mayo (recuérdalo aquí). Así, aunque la Patrona de Sevilla y su Archidiócesis presidirá el anuncio a la ciudad de que ya llegan las Glorias, lo hará sin salir a la calle, siendo trasladada desde la Capilla Real por las naves catedralicias, dejándonos sin esas vísperas letíficas de procesiones que servían para ponernos en situación.

Además, habrá que esperar ocho días, hasta el domingo que viene, para que San José Obrero salga y nos recuerde en qué momento estamos, una situación que probablemente no haga más que hacernos caer en la cuenta de que se podría haber aplazado el Pregón algo más. Sea como fuere, la cita será esta tarde noche, cuando la oratoria de Antonio Gila sea capaz de despertar todas nuestras ganas de pasos, sabiendo que cada fin de semana alguno nos estará esperando casi en cualquier esquina, pese a que haya que tirar de paciencia para comenzar a hacerlo. Son los efectos colaterales de una situación peculiar, que ha descafeinado un acto central del universo cofrade y que, entre unas cosas y otras, este año será casi un día más.