En Sevilla, muy pronto vamos a tener un santo más en los altares. De hecho, ya lo está físicamente en algunos templos como la parroquia de Juan XXIII (recuérdalo aquí) o la capilla de La Estrella (míralo aquí). O incluso en la plaza Virgen de los Reyes a modo de monumento (léelo aquí). Se trata del todavía Beato Juan Pablo II, que en breve podría ascender aún más en la Iglesia que presidió durante 26 años, puesto que todo apunta a que en cuestión de unos pocos meses tendrá permiso para llevar una aureola coronando su sien.
Al menos, eso se ha filtrado en las últimas fechas, en los que se ha llegado a apuntar que el Papa Francisco quiere agilizar los trámites para su canonicación, que incluso tendría ya fecha: el próximo 20 de octubre. En este sentido, todavía no hay nada oficial, se le atribuye al que fuese Santo Padre un nuevo milagro, por lo que se quiere impulsar su ascenso a los altares para que este puede llevarse a efecto en fechas que se encontrasen entre las de su elección en el cónclave de 1979, el día 16, y el inicio de su Pontificado, el 22. De ser así, Juan Pablo II sería uno de los santos más rápidos de la historia, alcanzando tal rango cuando apenas han pasado ocho años de su muerte.
Y ni que decir tiene que esto podría aumentar aún más si cabe el cariño que la ciudad le profesa, lo que tendría opciones de traducirse en más tallas y pinturas con su efigie en los templos. Porque nadie olvida que fue el primer Papa que visitó la capital hispalense y, probablemente, el que más ha calado en toda la cristiandad en la historia contemporánea. De hecho, hay muchos que no esperaron siquiera a que fuese Beato para rendirle culto, aunque ahora deberán hacerlo apenas unos meses más para poder hacerlo, si es que los pronósticos no van desencaminados, en calidad de santo.
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