Una alternativa que no vio la luz

La lluvia dejó el Viernes Santo desierto, sin cofradías ni pasos por la calle. Las previsiones y las propias nubes se encargaron de ahogar las esperanzas de que la última pata de la 'Triada Sacra' llegase a nacer, aunque hubo un punto en la ciudad donde se estuvo a punto de evitar este desenlace, poniendo muchísimo de su mano para que la tarde-noche de esa jornada nos hiciese recordar, aunque fuese vagamente, que era Semana Santa. Fue en la calle Carlos Cañal, donde, lejos de darse por vencida por el desalentador panorama que se le presentaba ante sí, la hermandad de La Soledad de San Buenaventura apuró al máximo sus opciones de hacer estación de penitencia, incluso sin que saliese su paso.

Porque siguiendo la estela de la Vera+Cruz el año pasado, cuando salió sólo con el Lignum Crucis (recuérdalo aquí), la corporación se planteó hacer estación de penitencia sólo con su cuerpo de nazarenos y la cruz de guía. Esta propuesta, cuya alma mater fue el hermano mayor, José Félix Romero, fue llevada al  Consejo y al cabildo de oficiales, aunque llegado a este último punto fue rechazada de pleno. No en vano, cabe recordar que, a diferencia de lo que ocurrió el Lunes Santo de 2012, la insignia no es titular de la cofradía, lo que impedía que se llevase a cabo. Distinto habría sido si la iniciativa hubiese contemplado el mismo escenario pero con la cruz árborea que acompaña a la Virgen de la Soledad en su paso, que sí ostenta ese título.

Sea como fuere, lo cierto es que, a partir de ahí, el debate se centró en la posibilidad de una salida al uso, que a punto estuvo de producirse, ya que en las votaciones tuvo lugar un empate que tuvo que deshacer con su voto de calidad el máximo responsable de la cofradía. Con todo ello, se desactivaba las opciones de procesionar de una hermandad que apuró al máximo sus opciones y que, quizás si hubiesen planteado las cosas algo mejor desde el principio, podría habernos regalado una imagen singular por las calles de la ciudad. Y es que está visto y comprobado que la lluvia está llevando a las corporaciones a buscar alternativas para poder salir a la calle, aunque sea sin sus pasos, pese a que en este caso no llegasen a ver la luz y tengamos que conformarnos sólo con imaginarlo.