Hoy, si el cielo no lo impide, Sevilla olerá de manera especial. Será por la tarde, cuando desde los Jardines del Valle hasta el mismísimo corazón de la ciudad se impregnará de un innegable aroma a Madrugá, de noche grande para la raza calé y que, como ellos mismos repiten a los cuatro vientos, sabe a canela y clavo. Porque esta tarde, a eso de las 18.00 horas, partirá rumbo a la Catedral la Virgen de las Angustias de Los Gitanos, que irá a la Seo para presidir allí un pontifical con motivo del XXV Aniversario de su Coronación Canónica (recuérdalo aquí), que tuvo lugar allá por el 29 de octubre de 1988.
Será a modo de Rosario Público, enmarcada en su paso de palio y acompañada, en loor de multitudes, por sus hermanos y toda la Híspalis cofrade. Un anticipo de lo que se vivirá mañana, cuando, de nuevo si el cielo da su beneplácito, regresará de forma gloriosa a su sede canónica. Esta vez, será a su templo propio, no a una parroquia de San Román que le daba cobijo hace un cuarto de siglo y desde la que partió para que Amigo Vallejo impusiese sobre sus sienes aquella corona que hizo para Ella Seco Velasco en 1972. Ahora, con esa misma rivalizando en brillo con su rostro, pasará junto a su antiguo templo, recordando el tiempo que ha pasado, teniendo en cuenta tanto a los presentes como a los que ya la ven cara a cara ahí arriba.
Y mientras, aquí abajo andaremos pendientes de los caprichos de las nubes, las mismas que hace 25 años hicieron que la Virgen de las Angustias tuviese que refugiarse en hasta tres ocasiones (Arquillo del Ayuntamiento, Santo Ángel y Anunciación) en su vuelta desde el templo metropolitano. Los pronósticos son muy negativos, por lo que habrá que cruzar los dedos y esperar que, si acuden a su palco celestial, cúmulos, cirros y nimbos no se decidan a derramarse sobre nuestras cabezas, sino que, simplemente, aparezcan para respirar hondo ese aroma tan diferente que se disfrutará en Sevilla, donde todo sabrá a canela y clavo.
.gif)
No hay comentarios:
Publicar un comentario