domingo, 5 de febrero de 2012

El Getsemaní de Orfila

Esto ya está a la vuelta de la esquina. Y si no lo creen, pásense a lo largo de la jornada de hoy por la capilla de San Andrés y visiten a los titulares de Los Panaderos. Allí, como por arte de magia, parecerá que estamos viviendo un Miércoles Santo, ya que el huerto de los olivos ha echado raíces en su altar mayor, al modo en el que lo hace cada Semana Santa sobre un paso y una canastilla, aunque algo diferente, sirviendo de escenario para un impresionante besamanos.

No en vano, parece que el Señor del Soberano Poder está como escapando de la escena que recrea su misterio; acercándose a la gente para recoger sus muestras de cariño. Mientras, por detrás, varias de las figuras que le acompañan en cada estación de penitencia vigilan, olivo incluido, cuanto ocurre, esperando que regrese a su sitio habitual entre ellos, al modo en el que la ciudad también hace lo mismo con una Semana Santa que ya intuímos cada vez más cerca.

De hecho, hay quienes tienen por Orfila esa sensación desde el viernes, cuando vieron por primera vez esta espectacular labor de priostía. Pero también todos aquellos que contamos hacia atrás rumbo a una Cuaresma de la que nos separan apenas 17 días. Aunque en San Andrés ya haya espejismos de Semana Santa, de un Getsemaní que nace entre naranjos y por primera vez podemos disfrutar al nivel del suelo. Qué poquito queda para que podamos hacer lo mismo entre levantás que van al cielo.

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