miércoles, 8 de febrero de 2012

¿Retoque o preludio de un estreno?

El próximo día 2 de marzo, los hermanos de El Cerro del Águila deberán decidir si dos de los titulares de la hermandad deben pasar por las manos de Juan Manuel Miñarro. Se trata de la Virgen de los Dolores y el Cristo de la Humildad, a quienes el imaginero ha analizado en profundidad, elaborando dos informes técnicos que aconsejan que se actúe sobre ellos para facilitar su conservación. Así, propone que a la Dolorosa se la dote de brazos articulados y al Nazareno se le coloque una cogida para la cruz en la espalda.

Pero precisamente, este segundo punto da que pensar. Porque podría tratarse de un retoque más de tantos que se hacen a los titulares de nuestras cofradías, aunque la influencia de la rumorología abre la puerta a ver las cosas desde otro punto de vista. Y es que desde hace años se habla de la posibilidad de que la primera del Martes Santo incorpore un tercer paso a su cortejo, el del Señor de la Humildad, por lo que cualquier cosa que se haga sobre Él es casi mirada con lupa y con una doble lectura. Sobre todo, cuando, como es el caso, podría facilitar su salida procesional, ya que hablamos de la colocación de un nuevo sistema que impida que la cruz pueda caérsele.

En principio, desde El Cerro se ha anunciado que la idea es, simplemente, mejorar su estado de conversación, pero la imaginación es caprichosa y hace que muchos interpretemos más allá. No en vano, hay muchos que cada año, cuando el Señor del Desamparo y Abandono y la Virgen de los Dolores ponen rumbo hacia la Catedral, se preguntan si algún día les acompañará el que se queda guardando el templo hasta que regresen. Quién sabe, si sus hermanos quieren, pronto podría solventar uno de los obstáculos que le impiden poder hacerlo. Aunque aún quedarían por dar muchísimos más. Todo es que su gente tengan ganas y se decidan a darlos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario