Si ver un gato negro da la mala suerte, por delante de la puerta de San Vicente han tenido que pasar en manifestación, porque lo de Las Siete Palabras es de traca. De hecho, en los últimos meses la corporación del Miércoles Santo no levanta cabeza. Primero se quedó sin salida extraordinaria por su V Centenario de vida, intentando agotar todas sus posibilidades volviendo a la carga en este 2012 (recuérdalo
aquí). Después, el robo de las bambalinas de su antiguo palio y la mitad del paso del Nazareno de la Misericordia (míralo
aquí) supuso un nuevo golpetazo a la cofradía y paralizó todos sus proyectos. Pero, desgraciadamente, la cosa no acaba ahí.
Y es que en los últimos días ha saltado a la luz pública que tanto el puñal de salida de la Virgen de la Cabeza como varias de sus alhajas han desaparecido. En este sentido, la hermandad ha confirmado que se les perdió la pista a las piezas días antes del robo sufrido en su almacén y que, en cualquier caso, no estaban ahí sino en la sala capitular de la casa hermandad, dotada de alarmas y que, por tanto, hace pensar que la sustracción habría sido llevada a cabo por alguien cercano a la cofradía.
Sin embargo, el hermano mayor de Las Siete Palabras, Antonio Sánchez Padilla, no descarta que todo haya sido fruto de un malentendido, hasta el punto de mostrarse confiado en que las piezas fuesen movidas de un lugar a otro sin más pero que, hasta el momento, nadie se acuerde de dónde se pusieron. Sea como fuere, lo cierto es que cuando se hizo un inventario, éstas no estaban, se avisó al Vicario General y se puso el caso en manos de la Policía, que, hasta el momento, no tiene indicios claro sobre el lugar en el que pudiesen estar.
Con todo, queda claro que la desgracia se ha cebado, y de qué manera, con la penúltima del Miércoles Santo, que de un tiempo a esta parte no levanta cabeza. Cierto es que, como ya pasó con el asunto del robo, no le faltará el apoyo del resto de hermandades de Sevilla, pero a buen seguro que en San Vicente, pese a agradecerlo de todo corazón, desearían no tener que recibirlo. Y fijo que también le piden a sus cuatro titulares (el Nazareno de la Misericordia, el Señor de las Siete Palabras, la Virgen de los Remedios y la de la Cabeza) que este temporal pase pronto y escampe de una vez por todas, porque en una cofradía pequeña como esta cualquiera que saque su papeleta de sitio es bienvenido. Cualquiera, menos la mala suerte.
Si ver un gato negro da la mala suerte, por delante de la puerta de San Vicente han tenido que pasar en manifestación, porque lo de Las Siete Palabras es de traca. De hecho, en los últimos meses la corporación del Miércoles Santo no levanta cabeza. Primero se quedó sin salida extraordinaria por su V Centenario de vida, intentando agotar todas sus posibilidades volviendo a la carga en este 2012 (recuérdalo aquí). Después, el robo de las bambalinas de su antiguo palio y la mitad del paso del Nazareno de la Misericordia (míralo aquí) supuso un nuevo golpetazo a la cofradía y paralizó todos sus proyectos. Pero, desgraciadamente, la cosa no acaba ahí.
Y es que en los últimos días ha saltado a la luz pública que tanto el puñal de salida de la Virgen de la Cabeza como varias de sus alhajas han desaparecido. En este sentido, la hermandad ha confirmado que se les perdió la pista a las piezas días antes del robo sufrido en su almacén y que, en cualquier caso, no estaban ahí sino en la sala capitular de la casa hermandad, dotada de alarmas y que, por tanto, hace pensar que la sustracción habría sido llevada a cabo por alguien cercano a la cofradía. 
Sin embargo, el hermano mayor de Las Siete Palabras, Antonio Sánchez Padilla, no descarta que todo haya sido fruto de un malentendido, hasta el punto de mostrarse confiado en que las piezas fuesen movidas de un lugar a otro sin más pero que, hasta el momento, nadie se acuerde de dónde se pusieron. Sea como fuere, lo cierto es que cuando se hizo un inventario, éstas no estaban, se avisó al Vicario General y se puso el caso en manos de la Policía, que, hasta el momento, no tiene indicios claro sobre el lugar en el que pudiesen estar.
Con todo, queda claro que la desgracia se ha cebado, y de qué manera, con la penúltima del Miércoles Santo, que de un tiempo a esta parte no levanta cabeza. Cierto es que, como ya pasó con el asunto del robo, no le faltará el apoyo del resto de hermandades de Sevilla, pero a buen seguro que en San Vicente, pese a agradecerlo de todo corazón, desearían no tener que recibirlo. Y fijo que también le piden a sus cuatro titulares (el Nazareno de la Misericordia, el Señor de las Siete Palabras, la Virgen de los Remedios y la de la Cabeza) que este temporal pase pronto y escampe de una vez por todas, porque en una cofradía pequeña como esta cualquiera que saque su papeleta de sitio es bienvenido. Cualquiera, menos la mala suerte.
.gif)
No hay comentarios:
Publicar un comentario