La próxima Semana Santa nos traerá el regreso de una figura que se perdió en los últimos años, la de los limosneros. Se trata de unos nazarenos cuya función es la de recoger donativos de la gente para obras sociales y que la última vez que procesionaron por Sevilla fue en la tarde del Jueves Santo de 1993, cuando en Los Negritos se utilizaron de manera simbólica delante de la Cruz de las Toallas, siendo este uno de los elementos que sirvieron para conmemorar el VI Centenario de vida de la corporación.
En aquella ocasión, el Arzobispado no dio su beneplácito para que realmente cumplieran su función, algo que en este 2012 sí podrán hacer. Será el Martes Santo, en San Esteban, cuando dos de ellos se encuentren justo en la presidencia del palio de la Virgen de los Desamparados y, con la ayuda del público presente, recauden dinero para ayudar al comedor social de las Hijas de la Caridad en la Plaza del Pumarejo, que, como otros muchos, se está viendo desbordado en los últimos meses por los efectos colaterales de la crisis.
De momento, se desconoce si se trata de una medida puntual o si, por el contrario, marcará el inicio de una nueva etapa en la forma de procesionar de la cofradía de la calle Águilas. Es más, no sería descartable que, de tener éxito, otras corporaciones pudiesen plantearse hacer lo mismo de cara al futuro, dejando claro así que en este tipo de colectivos no importa sólo lo vistosa que sea su salida a la calle, sino también su labor social. El tiempo se encargará de contestar esa duda, como también ya lo ha hecho de devolvernos la figura de los limosneros.
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