Sin darnos cuenta, y aunque los termómetros se afanen en intentar decirnos lo contrario, el verano de 2013 se nos escapa entre las manos. Hoy, sin ir más lejos, viviremos su último día, despidiéndonos entre pasos, bullas y marchas de un trimestre marcado por las altas temperaturas y que en clave cofrade resulta capicúa, con procesiones al principio y al final, encontrándose por el medio un letargo que se extiende durante el mes de agosto y que tan sólo la Virgen de los Reyes se atreve a romper en la mañana del día 15. Aunque ya todo eso va quedando muy atrás, sobre todo cuando vemos que en unas horas será el turno de las tres últimas de esta estación.
Una de ellas vendrá con aires lasalianos, desde el colegio de Felipe Benito y con un claro sabor a Glorias. Se trata de Madre de Dios del Dulce Nombre, que paseará por las calles de su feligresía en loor de multitudes y anunciando, según se vaya iluminando los candelabros de su paso, que los días poco a poco se van acortando. También hará lo propio, pero a la otra orilla del río, desde Santa Ana, la Divina Pastora de Triana, que recorrerá los puntos más insignes de un barrio que, al ver a la hoja de septiembre comenzar a temblar en el calendario ya piensa en octubre y en esa Madre de Capataces y Costaleros que todo el mundo llama Rosario.
Además, en San Pablo habrá tarde pasionista con uno de los grandes clásicos entre las 'Ilegales', el Señor de la Salud, que por más que diga Palacio no falta un año más a su tradicional cita con los vecinos de su barrio. Y así, al lado de esta terna de procesiones, iremos despidiendo a un verano que mañana dejará su sitio al otoño, pero que seguirá entre nosotros casi de soslayo a través de unas temperaturas que, probablemente, no nos obligarán a usar la manga larga hasta dentro de unas semanas. Y es que es tanto lo que hay que ver en clave cofrade que hasta la época estival no quiere perdérselo y se resiste a abandonarnos.
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