Hoy, tras un mes de sequía sin pasos en la calle, Sevilla volverá a reencontrarse consigo misma. Será saliendo de ese letargo en el que la ciudad se sume cada mes de agosto y que sólo la salida de la Virgen de los Reyes es capaz de romper efímeramente. Aunque, a partir de hoy, este quedará hecho trizas para lo que queda de año, puesto que las Glorias inician su segunda parte, ese bloque que nos acompañará en la recta final del verano, que ilustrará en clave cofrade todo el otoño y que nos dirá adiós cuando el invierno comience a despuntar y las Navidades estén pidiendo sitio a nuestro lado.
Y el punto de partida de esta fase estará en El Juncal, que esta tarde se postrará ante los pies de su Patrona, de esa Virgen que da nombre al barrio y que hoy devolverá la visita a todos sus vecinos. Lo hará en loor de multitudes, acompañada también por un sinfín de 'capillitas' que han contado las horas para ver de nuevo en la calle un paso y que ahora, cuando vean sus expectativas hecha realidad, harán cuanto esté en su mano para disfrutar de lo lindo de ello, paladeando cada instante como lo que es, único e irrepetible, devolviendo a la ciudad su latido y razón de ser.
Porque, tras un prolongado letargo, las cofradías vuelven a adueñarse de las calles, a hacerse notar en una capital hispalense cuyos latidos suenan a ordinario y sus suspiros a toques de corneta. Las Glorias vuelven a tomar el mando para endulzarnos la espera y devolvernos la ilusión por hacer planes de cara al fin de semana pensando en bullas, marchas y pasos. Qué ganas teníamos de volver a esta dinámica que se encarga de dar sentido a la ciudad, esa que no mira el calendario pensando en procesiones o viéndolas, algo que, afortunadamente, podrá empezar a hacer a partir de hoy en El Juncal, donde Sevilla volverá a reencontrarse consigo misma.
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