Por lo general, muchos cofrades, a medio camino entre la broma y el deseo, han osado catalogar a la Cabalgata de los Reyes Magos como la primera cofradía del año, sobre todo por las paralelismos que se podrían establecer con casi cualquier desfile procesional de los días grandes (bandas, bullas, ambiente, las propias carrozas...). Y, sin duda, en 2014 se podrá hacer esta afirmación con mayor rotundidad y razón, puesto que los tronos de los tres monarcas de Oriente estarán inspirados en otros tantos palios de los más señeros de nuestra Semana Santa.
Así, Melchor tendrá aires de San Lorenzo y detalles franciscanos, al evocar en su diseño a las bambalinas platerescas que enmarcan cada Miércoles Santo a la Virgen de la Palma de El Buen Fin. Por su parte, Gaspar parecerá salido de Los Remedios, recordando esa obra maestra del bordado que es el palio de la Virgen de la Victoria de Las Cigarreras, aunque, eso sí, cambiando el morado por el rojo. Y, finalmente, Baltasar cruzará también de orilla para traer consigo sabor a Triana, con unas marcadas reminiscencias que nos llevarán a la Madrugá y a la calle Pureza junto a la Virgen de la Esperanza, con un tono más verde que nunca.
Con todo ello, el mundo de las cofradías se hará más presente si cabe en una fecha marcada por la ilusión, pero también por ver cómo se siguen quemando etapas en el camino hacia otra Semana Santa. Un detalle más para acelerar la cuenta atrás y renovar las ganas de acercarnos a los días grandes. Porque, esta vez sí, la primera del año no tendrá una cruz de guía abriendo su cortejo, sino una estrella que precederá a un cortejo tremendamente numeroso y que evocará a tres de los palios más importantes de la ciudad, haciendo que los Reyes no sólo puedan presumir de Magos, sino también de cofrades.
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