domingo, 15 de septiembre de 2013

Igual, pero diferente

Último domingo de verano y Sevilla sigue a los suyo, entre cofradías, bullas, incienso, marchas y pasos. Porque hoy las Glorias se visten de gala para ver en la calle a una de sus hermandades más señeras, la de la Divina Pastora de Santa Marina, que procesionará por su feligresía, esas que están en la frontera entre la Encarnación, el centro y la del barrio de la calle Feria. Y no saldrá sóla, ni mucho menos. De hecho, irá precedida por esa santa de la que toma el apellido y que suena a Domingo de Resurrección en la capital hispalense.

Después llegará Ella, pendiente de un rebaño que la mirará embelesado, disfrutando de cada detalle y paladeando centímetro a centímetro de su recorrido. Será el presagio de un otoño que va llamando a la puerta y que no traerá de la mano un mes de octubre que por estas latitudes tiene un nombre de mujer muy claro: Rosario. El mismo que se va haciendo presente en andas y cultos externos en varias hermandades de toda la ciudad y que hoy, nuevamente, tendrá su representación aunque sea a varios kilómetros de distancia del corazón cofrade de la vieja Híspalis.

Será en el Parque Alcosa, donde la Virgen de los Desamparados saldrá en Rosario Vespertino, evangelizando una vez más por una zona que acapara protagonismo durante las Prevísperas, las Vísperas y los albores de las Glorias. Quizás por eso ahora, cuando el ciclo letífico acaba de arrancar su segunda tanda de procesiones, se vuelve a hacer presente en un domingo que será igual a los anteriores, pero también diferente, puesto que ya no habrá más que sepan a verano, aunque sí a cofradías, bullas, incienso, marchas y procesiones.

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