jueves, 10 de febrero de 2011

Ridículo

Sólo así se puede calificar lo que ha hecho un colectivo cofrade nacional prácticamente desconocida en las últimas horas. Se trata de la Asociación Nacional de Cofradías, Hermandades y Bandas, cuya presidenta, Francisca Gálvez, ha pedido formalmente a la Federación Española de Fútbol que cambie la fecha de la final de la Copa del Rey para que no coincida con el Miércoles Santo, ya que, a su juicio, de hacerlo muchos cofrades no participarían en los desfiles procesionales de sus respectivas corporaciones y, además, la hostelería tendría pérdidas cuantiosas.

Sin duda, se ha cubierto de gloria esta buena señora, porque, independientemente de que se trate de un Real Madrid-Barcelona, es absolutamente descabellado que ciudades con Semanas Santas tan importantes como las de Sevilla, Málaga o Valladolid vayan a paralizarse por una final de Copa. Es más, hay dos antecedentes que demuestran que o bien está equivocada o que sólo ha hecho esta petición para acaparar su minuto de gloria en los medios. El primero es la final de este mismo torneo en 2006, en la que el Espanyol, curiosamente, se hizo con el título también el Miércoles Santo, ganando al Zaragoza. Y otro más claro, el del Jueves Santo de 2007, cuando Sevilla y Tottenham jugaron en la capital hispalense una eliminatoria de UEFA. En ambos casos, ¿alguien notó diferencia de gente en la calle?

Además, se podría hablar de falta de seguridad, algo que en este blog hemos hecho para censurar la candidatura hispalense para ser sede del duelo definitivo (recuérdalo aquí), pero aludir a menos ingresos para la hostelería resulta absurdo, máxime cuando no se prevé un descenso bestial de público en las calles. Del mismo modo, no hay que olvidar que, pese a lo que piensen muchos, vivimos en un estado aconfesional, por lo que eso de "con la iglesia hemos topado" ya quedó demasiado atrás, y que hay que dejar todas las vías abiertas para que cada cual elija la que más le plazca, puesto que, a buen seguro, si alguien renuncia a salir de nazareno para ver la final es que muy cofrade que digamos no es. ¿A esos pretende defender esta señora?

Con todo ello, no sé lo que hará la Federación, que probablemente pase olímpicamente de la propuesta y, si acaso, intentará coordinarse con las fuerzas del orden en Valencia para evitar que el partido tenga repercusiones negativas en los desfiles de la ciudad, sobre todo en lo referente a la seguridad. Pero quien les escribe tiene tremendamente claro que, en la medida de lo posible, no piensa enterarse de lo que ocurra en el partido hasta bien entrada la madrugada, cuando regrese de ver a Los Panaderos regresar a su capilla y echar el telón del Miércoles Santo. Porque esa, y no otra, es la única final que me interesa de cara a esa jornada.

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