viernes, 5 de octubre de 2012

Como un parte médico

Generalmente, las restauraciones de los titulares de nuestras hermandades suelen verse, en cierto modo, como visitas que estas hacen al médico. Y lo cierto es que alguna está adquiriendo tintes similares a los de cualquier ingreso en un hospital, facilitando, incluso, partes sobre el estado del 'enfermo'. Es lo que ha pasado en relación al Señor de la Expiración de El Museo, que desde hace unos meses está en el IAPH (recuérdalo aquí) y al que todavía le queda, como mínimo, hasta noviembre en las instalaciones de La Cartuja, algo que ha motivado que se decida informar a sus devotos de cómo van las cosas.

En este sentido, la lectura fundamental es que todo va bien. Tanto es así que se da por hecho que el Cristo podrá volver a casa según lo estipulado en los plazos iniciales, concluyendo en que el oscurecimiento en la policromía se debió a la superposición de capas colocadas en las dos anteriores restauraciones. Además, los trabajos que se están llevando a cabo van eliminando con total normalidad ese problema, por lo que el 'alta' parece que es inminente.

Es más, el propio IAPH ha realizado un estudio pormenorizado de las condiciones medioambientales de la capilla, encaminadas a mejorar el estado de conservación de la talla cuando esté de nuevo en su hogar. Es decir que, como buenos doctores, ya han ideado un tratamiento domiciliario y de carácter preventivo. Todo para que no salten las alarmas como hace unos meses y este 'enfermo', que al final parece que no lo estaba tanto, pueda estar tan sano como su gente demanda.

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