Como, por ejemplo, una escalerita de ida y vuelta por detrás de su camarín, que permitirá que se lleve a cabo con total normalidad un proceso, el de besar su talón cada viernes, que lleva haciéndose muchísimos años, pero que, a partir de ahora, podrá llevarse a cabo con mayor comodidad, sin esos tradicionales atascos que se producían a la más mínima aglomeración. Será, sin duda, uno de los elementos que más celebrarán sus hermanos, como también el majestuoso aspecto que presentará cuando quede definitivamente montado.
Para ello, apenas quedan unas pocas semanas. De momento, se está terminando de pulir la madera y dando imprimaciones Para que luzca todavía más. Incluso, se va a cambiar a última hora su motivo central, obviando la talla de Santa Ana y el Niño por la de la Virgen del Buen Aire, Patrona de los mareantes y que, por tanto, engarza mucho mejor con la tradición marinera de la hermandad, esa que cada Madrugá queda clara cuando el Señornavega sobre su barco entre una marea humana que, a partir de ahora, tendrá nuevas razones para ir a visitarlo. Porque cada viernes podrán sentirlo más cerca, ya que en la calle Pureza algo está cambiando.
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