Ayer, entre la calle Feria y San Martín vivimos el preludio de un nuevo fin de semana cofrade que será de lo más intenso. Fue gracias a la Virgen del Rosario de Montesión, que como cada año por estas fechas fue trasladada junto a su vecina corporación de La Lanzada para celebrar en su compañía sus cultos anuales. Así, durante un ratillo pudimos disfrutar del aroma a incienso impregnando los recovecos de las calles, pensando en que, por suerte para nosotros, era sólo la avanzadilla de todo lo que nos queda por paladear tanto hoy como mañana.
Porque, nuevamente, el sábado viene de lo más cargadito. Rezumando sones de bandas que llegarán desde el Alamillo, donde tocarán en un certamen solidario Sol, Redención, Santa Cecilia, Encarnación, Sangre, Tres Caídas, Cigarreras y Cruz Roja. Ya después, cuando caiga la tarde, será el momento de los pasos. Como el del Señor de la Caridad de Campos de Soria, que volverá a caminar sin cirineo allá por las calles de su barrio. Pero también de la Virgen del Rocío de Sevilla Sur, que regalará ambiente de Almonte y brisa de Pentecostés a toda su feligresía.
Además, en El Juncal, la Virgen de la Esperanza saldrá por segundo año consecutivo en Rosario Vespertino, en busca de una consolidación que, de aquí a no mucho tiempo, podría abrirle de par en par las puertas del Viernes de Dolores. Precisamente esa fecha, de la que apenas nos separan ya poco más de cinco meses, rondará nuestra mente durante esta jornada, en la que seguiremos consumiendo horas de una espera que, poco a poco, ya no va pareciendo tan larga, puesto que va quemando a buen ritmo sus cartuchos, sin darnos cuenta, como si nada.
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