lunes, 8 de julio de 2013

'Achaques' que no entienden de edad

Los mayores no paran de decir eso de "juventud divino tesoro", pero, a la hora de la verdad, todo el mundo resulta igual de vulnerable a los rigores del tiempo. Incluso, aquellos que parecen destinados a no envejecer jamás, retando con acierto a Peter Pan y manteniendo intacta su apariencia lozana pese a que pasen los años, sin sumarlos jamás a su carné de identidad. Si no, que pregunten en el Santo Ángel, donde el Niño Jesús de Praga ha tenido que ser retirado del culto para pasar por el taller de su autor, Fernando Aguado, de donde salió en noviembre de 2007.

La razón no es otra que los pequeños 'achaques' que sufre. El principal, un daño producido en su policromía por una incorrecta iluminación en el lugar en el que permanece expuesto. Una intervención que no reviste demasiada importancia, que además comprenderá tareas de conservación y mantenimiento, y que permitirá que en breve pueda estar como nuevo y de vuelta a casa. De eso se encargará quien mejor le conoce, que lo mimará como en Niño que es a fin de que no le falte de nada y su recuperación sea lo más rápida y satisfactoria posible.

Así, con este ejemplo, queda claro que los problemas de salud no entienden de edad y que incluso se dejan notar en los más jóvenes. En particular en este Niño Jesús que cada año a finales de enero nos recuerda que Dios ya ha crecido con respecto a cómo lo vimos en el Portal de Belén y que, inaugurando el ciclo de procesiones con todos sus avíos por el centro de la ciudad, una nueva Cuaresma se encuentra a la vuelta de la esquina. Quizás tan importante función ha hecho mella en su pequeña figura, haciendo que tenga que pasar por las manos del 'médico' que mejor lo puede tratar. Una revisión sin importancia para que vuelva pronto a caminar.

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