miércoles, 24 de julio de 2013

Donde habita la Esperanza

Para muchos, en esa basílica que se encuentra a la vera del Arco vive la Esperanza. Muchos la conocen con ese rostro que no sabe si ríe o llora, de esa jovencita que nadie sabe quien la creó pero que sigue pareciendo que cuenta con veinte primaveras pese a que ya cuenta con más de cinco siglos a sus espaldas. La Reina de San Gil, la Señora de Sevilla o simplemente Macarena, como la conocen en todos los confines del mundo, ya que la devoción que despierta no conoce de fronteras. Ni siquiera en la capital hispalense, donde dentro de unos meses habrá una Virgen que cambiará su recorrido ir a verla.

Será el próximo 4 de octubre, cuando otra Esperanza, la Divina Enfermera, se acerque a su casa para participar en los actos de ese Año Jubilar Macareno que arrancó el pasado 1 de junio con motivo del L Aniversario de la Coronación Canónica de la Dolorosa. Una visita histórica, que nunca jamás ha tenido lugar y que, probablemente, puede que no se repita. No en vano, salvo que se haga a la inversa durante la Madrugá, y por motivos de lluvia, es prácticamente imposible que la titular letífica de San Martín y la Virgen de la Esperanza vuelvan a verse cara a cara.

Con todo ello, la Divina Enfermera y la Macarena compartirán por unos momentos algo más que advocación. Además, la imagen gloriosa pasará a formar parte de ese selecto grupo de titulares hispalenses que han pisado la basílica, entre las que estarían la Reina de Todos los Santos, la Virgen de los Desamparados de San Esteban, la del Rosario de Montesión o el Carmen de San Gil. Aunque, en este caso, todo será más especial si cabe, dando mayor sentido a aquellos que señalan sin rubor que a la vera del Arco habita la Esperanza. No en vano, el próximo 4 de octubre estará presente a raudales en ese templo del que arranca la Madrugá cada año. Puesto que está teñido de ese Verde que destilan tanto la Macarena como la Divina Enfermera.

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