martes, 16 de julio de 2013

Retazos de primavera

Llegamos al 16 de julio, día de la Virgen del Carmen, momento en el que las Glorias de Sevilla se pasean bajo palio, teñidas de marrón y blanco, con una advocación mariana con apellido propio pese a que viva desde hace una década en el exilio. Porque aunque una joven generación de cofrades sólo la haya visto salir de San Román, los diálogos entre varales y bambalinas más letíficos de la capital hispalense tienen denominación de origen y sirven de banda sonora añadida a la Virgen del Carmen de Santa Catalina, la misma que hoy se paseará en loor de multitudes por el centro.

Lo hará como siempre, regalándonos la ilusión de una Semana Santa que comenzamos a ver ya en el horizonte, puesto que dentro de nueve meses justamente será Miércoles Santo. Aunque Ella procesionará con todo el sabor del verano, con ese puntito de nostalgia que regala el brillo de su candelería, el presagio del parón que está por llegar en cuantito acabe este ciclo en el que nos encontramos inmersos. Pero también, con la elegancia que siempre ha tenido, surcando la bulla como si fuese presidiendo su particular barco, ejerciendo de 'Madre y Capitana' para todo aquel que se acerque a verla.

Y así, como si fuese un milagro, parecerá domingo pese a ser martes; las glorias se vestirán de penitencia sin perder para nada su esencia, su alegría, su idiosincrasia... todo gracias a esta Reina del Carmelo que no procesiona a cielo abierto, sino bajo palio, mostrándole a su Niño lo que se encontrará cuando sea protagonista allá por el mediados de abril del año que viene. Aunque, hoy, todas las miradas irán destinadas a Ella, a ese retazo de primavera que se cuela en mitad del verano, a la salida letífica más peculiar de cuantas tienen lugar y a la que, a buen seguro, no le faltará compañía por cada calle que transite, en cada revirá, cada chicotá, cada paso.

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