miércoles, 31 de julio de 2013

Arriando los zancos

Pues, como quien no quiere la cosa, se nos acaba el mes de julio. Hoy llegamos al día 31, fecha marcada en rojo en muchos calendarios (cada vez en menos por desgracia debido a los rigores de la crisis) porque arrancan las vacaciones. Y en el caso de esta humilde bitácora, como viene siendo costumbre desde que empezamos, también es una jornada de despedida, puesto que arriamos nuestros zancos para tomarnos un descanso, relajarnos y retomar fuerzas para cuando llegue el momento del retorno, allá por el día 1 de septiembre, cuando poco a poco la ciudad comience a despertar de su letargo cofrade.


Atrás queda un ciclo de once meses intensísimo, que estrenamos también un 1 de septiembre y durante el que ha habido de todo, incluso, por qué no decirlo, más decepciones que alegrías. En cualquier caso, tiempo habrá para quitarnos los malos sabores de boca cuando todo vuelva a su punto de inicio, en ese instante en el que las casas hermandad vuelvan a llenarse, las Glorias inicien su segunda parte llevándonos de la mano hasta las Navidades y comencemos a contar los días con mayor atención hasta una nueva Semana Santa que irá poco a poco aproximándose.


Hasta entonces, será el momento de mirar para otro lado, de sumergirnos de lleno en este letargo que hace que la ciudad piense más en playas y escapadas que en capirotes y túnicas. Aunque, eso sí, volviendo a la normalidad, de manera efímera, durante el 15 de agosto junto a la Virgen de los Reyes. Eso, nos lo van a permitir, lo viviremos desde el punto de vista de un simple espectador, puesto que aquí no habrá más actualizaciones hasta el 1 de septiembre, cuando volvamos a nuestra cita diaria con el mundo de las cofradías y a cumplir con ese pacto no escrito de estar a disposición de los que están al otro lado de la pantalla. A todos, muchísimas gracias por estar ahí. Volvemos a vernos dentro de un mes. ¡Felices vacaciones!

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