domingo, 21 de julio de 2013

Fin de ciclo

Ahora sí. El ciclo del Carmen se nos escapa como el agua entre las manos. Tras una semana intensísima, en la que hemos tenido procesiones teñidas de marrón y blanco casi por doquier, llega el momento de la última, esa que dará paso a un letargo cofrade que la ciudad necesita y teme casi a partes iguales. Porque en cuanto dejen de sonar marchas esta noche en la Alameda, no volveremos a escucharlas, a excepción de junto a la Virgen de los Reyes, hasta que estrenemos el mes de septiembre junto a la Virgen de Guadalupe de San Buenaventura. Por eso, la jornada de hoy viene con un importante sabor a despedida bajo el brazo.

El mismo que acompañará a la Virgen del Carmen de Calatrava por las calles de su feligresía, por donde volverá a regalar clasicismo y elegancia a partes iguales, mientras el termómetro hace de las suyas y nos recuerda que estamos en pleno verano, no en primavera. Así, entre gente que buscará cada revirá para disfrutar de Ella, bullas situadas en puntos estratégicos del recorrido y al compás que marquen costaleros y marchas, como si fuese por los efectos de una nana, la Sevilla cofrade se irá sumiendo en su particular sueño, pensando en que llega el momento de parar y retomar fuerza para el segundo tramo de las Glorias en este 2013.

Quizás por ello, esta procesión resulta tan especial siempre, porque quienes la ven toman conciencia de que marca el final de un ciclo y el inicio de un vacío que tardará en volver a llenarse. Concretamente, algo más de un mes, tiempo en el que las visitas a la playa y el recurso del DVD mitigarán los efectos de no ver pasos por las calles. Aunque antes de que eso ocurra, queda este último retazo de cofradías, el que nos regala la Virgen del Carmen de Calatrava, que surcará la Alameda como si fuese en barco, entre un mar de cabezas sobre las que ejerce como Madre y Capitana, llevando a todos al final de una travesía que ha llegado como quien no quiere la cosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario