jueves, 4 de julio de 2013

Con la obligación de esperar

En Sevilla hay actualmente dos corporaciones que se encuentran muy pendientes del Palacio Arzobispal. Un par de cofradías cuyo futuro inmediato tiene que ver mucho con lo que vaya decidiendo la curia hispalense. Ambas pertenecen a las Vísperas. Una al Viernes de Dolores y otra al Sábado de Pasión. Y tanto una como otra están a la espera de saber si Asenjo y los suyos dan vía libre a sus ilusiones. Aunque, de momento, tendrán que seguir dejando pasar el tiempo hasta verlas convertidas en realidad, ya sea porque han corrido quizás demasiado o porque la crisis obliga a ir con mayor lentitud.

Es lo que le ocurre a la hermandad de Bellavista, cuyo expediente para la Coronación Canónica de la Virgen del Dulce Nombre (recuérdalo aquí) aún no ha dado siquiera sus primeros pasos. Sobre todo, porque desde Virgen de los Reyes entienden que no hay ninguna prisa por acelerar el proceso y, pese a que no ponen reparos a que pueda llevarse a cabo, prefieren darle tiempo al tiempo. Por ello, ahora mismo es imposible establecer plazos, lo que invita a pensar que las opciones de que pueda ser el 12 de septiembre de 2015, como quería la hermandad (míralo aquí) parece harto improbable.

Algo parecido, aunque con un desenlace algo más cercano, ocurre en La Milagrosa, a quien todavía no se le ha nombrado como hermandad de penitencia porque, a juicio del Arzobispado, no estaría bien hacerlo en época de crisis. En este sentido, se tiene claro que la de Ciudad Jardín será la próxima en poder lucir túnicas y capirotes (ya hablamos de ello aquí), pero su ascenso se hará esperar algo más. Todo apunta a que será cuando la situación se normalice un poco, aunque no sería descartable que en los próximos meses pueda haber novedades. Mientras, como en Bellavista, vivirá muy pendiente de lo que ocurra en Palacio, como hasta ahora, sabiendo que de lo que decidan allí dependerá cuándo sus sueños se podrán hacer realidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario