Siempre se ha dicho que uno de los grandes problemas con los que se encontraba la Semana Santa de la provincia es la importancia que tiene la de la capital. De hecho, la de Sevilla acapara tantísimo protagonismo que no son pocos los que pasan por alto los tesoros que se encuentran en el resto de localidades hispalenses, haciendo que, en muchos casos, tengan menos repercusión de la que deberían tener por méritos propios. Eso resta público a muchas procesiones, máxime cuando estas tienen lugar en momentos clave como la Madrugá. Por esta razón, no son pocos los municipios que han buscado soluciones, algunas tan drásticas como la que tendrá lugar a partir de 2014 en Tomares.
Allí, la hermandad de la Vera+Cruz dejará de procesionar en las primeras horas del Viernes Santo para hacerlo el Jueves Santo de 18.00 horas a 1.00. De este modo, la corporación espera poder contar con mayor compañía por las calles aljarafeñas, toda vez que la cercanía de esta localidad con Sevilla hace que no pocos vecinos de la misma decidan irse para disfrutar de El Silencio, El Gran Poder, La Macarena, El Calvario, La Esperanza de Triana y Los Gitanos. Una medida que no es la primera vez que se toma en la provincia, puesto que ya cuenta con antecedentes en sitios como Camas o Bollullos de la Mitación.
Mientras, otros municipios no tienen intención de retocar sus tradiciones, conscientes de que en puntos como La Algaba, por ejemplo, no existen problemas de público durante la noche más mágica del año. Sea como fuere, la polémica está servida entre los que defienden que no se deben retocar horarios para competir con la capital y quienes se muestran partidarios de hacer cuanto sea posible para dar más repercusión a la Semana Santa de la provincia. El debate está servido, aunque ya haya localidades que, como Tomares, hayan tomado cartas en el asunto en beneficio propio, pero sobre todo de Sevilla.
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