En los últimos días hemos sabido que dos de las jornadas más complicadas de nuestra Semana Santa no experimentarán modificaciones reseñables en este 2014. Así, tanto el Martes Santo (recuérdalo aquí) como la Madrugá (míralo aquí) serán prácticamente calcadas a las de los últimos años (ojalá que lo único que difiera sea la presencia de la lluvia). Sin embargo, ésto no quiere decir que en el Consejo no se vayan a tomar medidas para facilitar que se cumplan los horarios y que cualquier eventualidad tenga la menor repercusión posible sobre lo estipulado en los programas de mano.
Sobre todo, en lo relativo a la Carrera Oficial, donde desde San Gregorio se anuncia que habrá mano dura. De hecho, el máximo órgano cofradiero se ha atribuido más competencias que hasta ahora en lo que respecta a la regulación de los cortejos, pudiendo exigir según convenga y vea que los nazarenos pasen en filas de tres, cuatro o incluso cinco. Además, se anuncia que habrá sanciones para quienes inviertan más tiempo del estrictamente necesario en recorrer puntos como la Campana, al tiempo que, para evitar esperpentos como el de Los Panaderos (lee sobre ello aquí), será el palquillo quien exija que cualquier suspensión de la estación de penitencia o cambio de recorrido se haga siguiendo la lógica y el decoro correspondiente, sin molestar a ninguna corporación.
En definitiva, toda una serie de buenos propósitos que buscan mejorar el funcionamientos de nuestra Semana Santa, pero que, a expensas de ver cómo funcionan llevados a la práctica, dejan la duda de si se aplicarán igual a todas las hermandades o si, por el contrario, se harán distinciones en función de su repercusión y seguimiento. Sea como fuere, parece que por fin el Consejo se da cuenta de su papel en los días grandes y se muestra dispuesto a asumirlo con todas sus consecuencias. Mucho ha tardado, pero de una vez por todas en San Gregorio tiene pinta de que se han puesto serios.
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