domingo, 23 de febrero de 2014

Una incorporación casi inminente

Desde hace unos años, en El Cerro existe el runrún de que la corporación va a pegar un pequeño estirón más pronto que tarde. Se trata de la incorporación al cortejo del Nazareno de la Humildad, que está cada vez más cerca. No en vano, los movimientos para que ésta se produzca se siguen produciendo a buen ritmo, después de que hace dos años se reformularan las reglas de la hermandad para dar cabida a un nuevo titular (recuérdalo aquí). Ahora, incluso se empiezan a poner plazos para que el Señor realice su primera salida procesional intercalado entre el Cristo del Desamparo y Abandono y la Virgen de los Dolores.

En este sentido, el propio hermano mayor, José de Anca, ha confirmado que durante los próximos cuatro años se va a estudiar seriamente la opción de sacar al Nazareno, algo que unido a la devoción que ha ido ganando en el barrio parece vaticinar que, como mucho, para 2018 se podría ver en la calle. No obstante, el mandamás de la corporación de El Cerro prefiere señalar que se quieren hacer las cosas sin prisas, teniendo en cuenta que la cofradía ya presenta una armonía reconocible en la calle que no se quiere romper por nada del mundo, ni siquiera por la introducción de un tercer paso.

Frases que, en cualquier caso, parecen ser solo leves matizaciones a la afirmación de que en los próximos años El Cerro dará ese estirón que se lleva barruntando desde hace tiempo. Cortejo tiene de sobra como para hacerle sitio a un Señor de la Humildad cuya presencia, incluso, aliviaría al espectador el tiempo de paso de la corporación. Sea como fuere, habrá que seguir esperando acontecimientos, aunque ya está absolutamente claro que la primera del Martes Santo pegará un estirón más pronto que tarde.

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