Tradicionalmente, los palios hispalenses se caracterizaban por utilizar un exorno en el que se entremezclaban a la perfección las flores y la cera de la candelería. Se trata de las velas rizadas, que, no obstante, dejaron de ser usadas por muchas corporaciones en los últimos tiempos, aunque, recientemente, se está invirtiendo la tendencia, hasta el punto de que cada vez más palios vuelven a colocarlas en sus pasos de Virgen. De hecho, el próximo Miércoles Santo seremos testigos de cómo una hermandad las recupera. Será la de El Buen Fin, que las pondrá para adornar e iluminar a su Virgen de la Palma.
A ese acuerdo ha llegado por unanimidad su junta de gobierno, respaldando así una petición expresa del vestidor y prioste primero de la cofradía, Jesús Corral. Con ello, se pone fin a más de dos décadas en las que este elemento ha brillado por su ausencia en el palio renacentista que diseñó Ignacio Gómez Millán, intentando, de paso, "dar otro aire" al paso, aunque, eso sí, siempre sin abandonar los rasgos distintivos de esta cofradía, es decir, se quiere dotar al paso de un estilo algo más popular, aunque manteniendo la solemnidad, recogimiento y elegancia que siempre le han caracterizado.
Con todo ello, lo que sí queda claro es que, más allá de los gustos de cada cual, la corporación de San Antonio de Padua contará con un reclamo más para hacer que nadie quiera perdérsela el próximo Miércoles Santo. Un motivo más para desear que este casi mes y medio que queda por delante hasta que nos reencontremos con otra Semana Santa pase cuanto antes, a fin de que podamos disfrutar tanto de esta novedad como del resto de las que nos irán ofreciendo las demás hermandades de penitencia de la vieja Híspalis.
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